De inevitable a inaplazable
«A estas alturas no hay formas intermedias. La desprogramación de la secta separatista debe hacerse de un modo activo, con[…]
«A estas alturas no hay formas intermedias. La desprogramación de la secta separatista debe hacerse de un modo activo, con un 155». Estas sabias palabras de Albert Boadella, un catalán que anunció la catástrofe desde que su lucidez vio los preparativos, son una vez más rotundamente ciertas. Pero se queda corto con la receta porque es probable que el 155 ya no sea suficiente para acabar con lo que se debió acabar desde hace lustros ya todos los días. Como todos los días aumenta el coste de una intervención para restablecer la ley.