¿«Madrid central»... o infernal?
Sí, me declaro culpable: me gustan los coches y conducir. Tengo un vehículo híbrido con etiqueta ECO, así que cuando[…]
Sí, me declaro culpable: me gustan los coches y conducir. Tengo un vehículo híbrido con etiqueta ECO, así que cuando circulo por Madrid no contamino ya que el motor de gasolina no se activa hasta alcanzar los 80 kilómetros por hora, velocidad prohibida en la capital. Es importante aclararlo para que nadie piense que escribo esto porque me afecten las restricciones y de ahí mi enfado. Lo hago porque, aunque no me atañan de manera directa (eso es lo de menos), creo que se trata de una medida que el Ayuntamiento de Madrid ha adoptado sin garantía de éxito; sin un plan integral para disminuir la congestión del tráfico; sin tener en cuenta los problemas que generará al sufrido ciudadano, al que le harán la vida infinitamente peor; sin esperar a que acaben las obras en una arteria importante, como es Atocha, ni tampoco en múltiples calles adyacentes a la Gran Vía; sin que la Policía Municipal ni los agentes de movilidad sepan lo que tienen que hacer; sin? sin? Podría seguir. Y con tanto «sin», yo me quedo sin palabras, atónita, al contemplar con estupefacción el perímetro de lo que la alcaldesa y su equipo consideran el centro de Madrid. 472 hectáreas, que se dice pronto. Vamos, que de milagro «Madrid Central» no abarca hasta Burgos. Aunque no lo descarten, que igual? de aquí a poco se ponen a estudiarlo y lo consideran viable. A saber, porque este Consistorio, con esta medida, no brilla por su lógica. Una cosa es el centro y otra muy distinta cerrar al tráfico media ciudad.