Cultivando populismos
Adolf Hitler decía que «quizás la más grande y mejor lección de la Historia es que nadie aprendió las lecciones[…]
Adolf Hitler decía que «quizás la más grande y mejor lección de la Historia es que nadie aprendió las lecciones de la Historia». Una de las más importantes es que las crisis provocan zozobra en la clase que más las padece, la trabajadora. Y que esta base social encuentra al enemigo en los políticos incapaces de resolver sus problemas y en los inmigrantes como competidores laborales. El resultado es que su voto es capaz de cambiar, de la noche a la mañana, ideología por seguridad. Así ascendió Hitler como precursor del populismo. Tras la última crisis hemos visto cómo barrios europeos de trabajadores como Marsella, Bolonia, Simmering o Almere se echaron en brazos de la extrema derecha.