El recambio andaluz
Si finalmente nadie lo jode, como reza el famoso azulejo, va a acabar siendo un hecho el desalojo por las[…]
Si finalmente nadie lo jode, como reza el famoso azulejo, va a acabar siendo un hecho el desalojo por las buenas de toda la tropa instalada en la Junta de Andalucía desde hace un viaje de años. No éramos pocos los que dábamos por imposible ese elemental e higiénico cambio en una administración regional sometida a todos los vicios que conlleva el apalancamiento durante décadas y el convencimiento interno de que la administración estaba hecha para el partido y al revés, el partido para la administración, de manera que pudieran confundirse tranquilamente lo uno y lo otro. De hecho, quien esto firma estaba convencido de la renovación, en tándem con Podemos, del socialismo susanista. Durante el mismo recuento era un servidor de los que sostenían que no podía ser, que al final surgiría el carretón de votos ocultos que por algún lado andaban, y todo volvería a ser como siempre. Y no fue así.