Zapateando
Cuando alguien hace propaganda de sí mismo, malo. O no tiene méritos o huelen mal. Los triunfadores auténticos suelen ser[…]
Cuando alguien hace propaganda de sí mismo, malo. O no tiene méritos o huelen mal. Los triunfadores auténticos suelen ser gente modesta, que resta importancia a sus triunfos y los comparte con su equipo o los atribuye a la suerte. Pero lo de Pedro Sánchez vanagloriándose de su gestión de gobierno rebasa todos los límites de petulancia e infantilismo. Una gestión que incluye la pérdida del bastión electoral de su partido, pues el PSOE perdió Andalucía por sus devaneos con el independentismo catalán; que montó un numero de diálogo con él para encontrarse con 21 exigencias tan inconstitucionales y que ni se atrevió a hacerlas públicas; que tiene la cara de acusar al PP de pactar con VOX cuando él gobierna gracias a la CUP y Bildu; que niega que el Aquarius produjera un efecto llamada cuando a España están llegando más inmigrantes que a Italia y Grecia juntas y que contempla como la economía española empieza a decrecer, superando su deuda exterior por primera vez los dos billones (con b de burro, o sea, millones de millones) de euros, quien alardee de todo eso es un fanfarrón o un desesperado. Elijan ustedes el calificativo.