¡Qué envidia!
Leo la noticia y el sentimiento que provoca es evidente: envidia. El Gobierno danés ha anunciado un plan para construir[…]
Leo la noticia y el sentimiento que provoca es evidente: envidia. El Gobierno danés ha anunciado un plan para construir nueve islas artificiales al sur de Copenhague. ¿Por qué han decidido emprender un proyecto tan faraónico, que comenzará en 2022 y concluirá en 2028? Pues por un móvil muy sencillo: quieren atraer empresas tecnológicas de vanguardia. Aspirar a convertir su archipiélago postizo en lo que denominan el «Silicon Valley europeo». Las islas ofrecerán una superficie de tres millones de metros cuadrados para nuevos negocios. El objetivo es que se instalen allí 380 compañías. El parque empresarial está bien ubicado, muy cerca del aeropuerto y no lejos del centro de la capital. Dinamarca es un pequeño país de solo 5,8 millones de habitantes y con un clima inclemente, pero haciendo las cosas con tino y tiento han alcanzado gran prosperidad. En renta per cápita ocupan el puesto 30 del escalafón mundial (España el 49) y su deuda pública es de solo el 35,3% del PIB (97% en España).