Tibia reacción de los mercados al golpe de Johnson: ¿por qué?
La negociación entre Londres y Bruselas podría continuar y materializar un acuerdo pese a la suspensión del Parlamento y también cabe la posibilidad de que se precipite una moción de censura que tenga éxito
La reacción de los mercados ayer a la suspensión del Parlamento británico no fue muy brusca. La libra esterlina se depreció algo más de medio punto porcentual frente al dólar, convirtiéndose en la segunda peor moneda tras el real brasileño, pero se mantuvo sobre el nivel de 1,22 unidades, cuando a principios de agosto estuvo a punto de perder la cota de 1,20 en que se encuentran sus mínimos de los últimos 35 años. En Bolsa, el Ftse 100 británico aguantó en verde como siempre que la libra baja. El Ftse 250, en el que tiene mayor representación la economía doméstica, se dejó algo más de un punto porcentual, pero en el último mes ha sufrido caídas mayores que la de ayer. Y, por último, el bono británico a diez años captó inversiones, lo que provocó una caída de su rentabilidad desde el 0,50% hasta el 0,44%, colocándose por tanto, muy cerca de sus mínimos históricos que marcaba el 15 de agosto en el 0,40%. Nada dramático. Y tampoco en el resto de Europa, donde hubo índices, como el español, que terminaron en positivo.
La gravedad que en términos democráticos reviste la decisión de Johnson de suspender el Parlamento en las sesiones previas (entre el 9 de septiembre y el 14 de octubre) a la fecha definitiva del Brexit (31 de octubre) no parece reproducirse cuando se habla en términos de mercados financieros.
Si se atribuye el movimiento de Johnson a su deseo de bloquear cualquier movimiento en el Parlamento que ponga en riesgo el Brexit, aunque sea sin acuerdo, los inversores parece que ayer no pusieron en precio el que se considera desastroso desenlace de una salida a las bravas de la Unión Europea.
Si bien ha habido políticos europeos que han reaccionado con desdén y críticas al movimiento de ayer del primer ministro Johnson, según informa Bloomberg, fuentes comunitarias apuntan que su giro autoritario no será un impedimento para que Bruselas y Londres continúen trabajando juntos en la búsqueda de un arreglo. Las fuentes a las que alude Bloomberg no descartan que haya un acuerdo en las próximas semanas sobre el tema más espinoso de todos: Irlanda. En esta cuestión, la Unión propone que Irlanda del Norte se mantenga en el mercado único europeo, lo que ni May ni Johnson aceptan porque interpretan que significa la pérdida de la soberanía efectiva sobre esa región. Una frontera dura entre las dos irlandas, mientras tanto, podría volver a avivar un conflicto afortunadamente ya zanjado.
La suspensión del Parlamento es una más que controvertida decisión pero es sólo política interna, a ojos comunitarios. Además, los optimistas apuntan que puede hacer posible que los Comunes, el día 14 de octubre, lleguen con tan poco tiempo antes del Brexit que tengan que aprobar, sí o sí, el acuerdo que les presente Boris Johnson.
¿Puede acelerar y hacer triunfar una moción de censura?
El mercado, con su tibia reacción de ayer, puede estar realizando otra lectura. Si lo que busca Johnson es un Brexit sin acuerdo o que nadie lo bloquee si no llega a un pacto con la UE, los parlamentarios que no lo quieren, que son mayoría, aún tienen un pequeño margen de tiempo para reaccionar antes de que pueda ser demasiado tarde: antes de su suspensión, el Parlamento británico estará operativo unos días, entre el 4 y el 9 de septiembre, que pueden ser suficientes para lanzar la moción de censura que estaba planeando el líder laborista, Jeremy Corbyn. Y con mayor probabilidad de éxito, puesto que a ella podrían sumarse los diputados conservadores descontentos con las acciones de su líder, que ayer traspasaron una frontera muy delicada, la del respeto al parlamentarismo.
De acuerdo con los analistas de ING, pese a que la probabilidad de un Brexit sin acuerdo se ha elevado ligeramente con los últimos acontecimientos, el desenlace más probable será una moción de censura que conduzca a unas elecciones. Aunque los mismos expertos plantean las dificultades que pueden encontrarse los parlamentarios conservadores para respaldar esta opción: ¿estarían dispuestos a tumbar a un Gobierno cuya intención declarada todavía es la de negociar un acuerdo con la Unión Europea? De todas formas, de acuerdo con el análisis del banco holandés, unas elecciones anticipadas y antes de que el Brexit se materialice podría encajar con los intereses del Partido Conservador: Johnson podría hacer campaña por un Brexit duro sin que sus intenciones se vean aún golpeadas por las consecuencias económicas negativas de éste.
De la misma opinión es Oliver Blackbourn, de Janus Henderson: en su opinión, el movimiento de Johnson podría precipitar una moción de censura en cuanto el Parlamento vuelva a estar operativo tras las vacaciones y antes de su suspensión, es decir, la próxima semana. "El desafío de quienes se oponen a las acciones del Gobierno radica en su capacidad para organizar de manera efectiva a la aparente mayoría contra el 'no acuerdo' dentro de las limitaciones de tiempo ahora vigentes. Deben presentar una legislación para prevenir este tipo de Brexit o encontrar un candidato de unidad para dirigir una nueva administración en los últimos días".
Aunque podría existir una alternativa: la votación en el Parlamento de una extensión del artículo 50, lo que implica una nueva prórroga a la fecha efectiva del Brexit.
La incertidumbre, pese a la cierta pasividad de los activos británicos, sigue siendo muy elevada. Y así lo manifiesta Gilles Moëc, economista jefe de Axa Investment Managers: "Es improbable que pueda haber un resultado positivo sobre el Brexit (como un acuerdo, una extensión o un segundo referéndum) sin que primero se exacerbe el actual sentimiento de crisis en Reino Unido y en los activos del Reino Unido". Moëc continúa: "No está constitucionalmente claro que los parlamentarios contrarios a un Brexit sin acuerdo puedan, realmente, con los actuales límites temporales, imponer su criterio al Gobierno, y tampoco está claro si el cambio en la salvaguarda irlandesa sería suficiente para el ala euroescéptica de los tories y ello les lleve a apoyar el nuevo acuerdo de Boris Johnson".
Si, según este experto, antes de que se arregle la situación, tienen que incrementarse las tensiones, aún queda sobresaltos por el camino. Aunque, si el mercado está en lo cierto con la relativa tranquilidad de ayer, es posible que se los pueda ahorrar.