Carteras de fondos: para un segundo semestre más volátil y con el foco en la inflación y en la renta fija

Fondos de renta variable, estrategias multiactivo, fondos que invierten en sectores muy castigados por la sobrerreacción al riesgo político en Europa, productos con exposición a inflación con duración cubierta y estrategias alternativas son las apuestas d

El segundo semestre del año será positivo para los mercados y la economía, a pesar de las crecientes dudas y la mayor volatilidad de los últimos meses. Todo, en un periodo con claves como las negociaciones en torno a las relaciones comerciales entre Estados Unidos y el resto de países, la presentación del primer presupuesto del nuevo Gobierno italiano en septiembre, el impacto sobre las expectativas de los mercados del proceso de normalización de las políticas monetarias, las elecciones de noviembre para la renovación de parte de las Cámaras en Estados Unidos, y el mantenimiento o no del acuerdo de recorte de la producción de crudo por parte de la OPEP y Rusia, según recuerda Félix González, socio director general de Capitalia Familiar, EAFI.

«El contexto fundamental de mercado sigue siendo favorable tanto a nivel macroeconómico como empresarial. La inestabilidad vivida durante el primer semestre del ejercicio ha venido provocada sobre todo por la contaminación política». Por eso, dice, «si los políticos no provocan nuevos sobresaltos en los próximos meses, los activos de mayor riesgo relativo deberían hacerlo bien». 

De volatilidad, pero con un fondo positivo, habla Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank España: «Nos enfrentamos a una segunda mitad de año con hitos importantes. Por un lado, seguiremos pendientes de los bancos centrales. Tras la reunión más reciente de la Fed, parece que se amplían las posibilidades de dos subidas de tipos en el segundo semestre. En cuanto al BCE, es muy probable que termine con el programa de compra de deuda en diciembre», según anunció Draghi también. «Esta salida de la política de expansión monetaria seguro que genera volatilidad», advierte. Otros factores que contarán también son las elecciones de mitad de legislatura en EE.UU., y Trump, que «es probable que incremente su discurso proteccionista». La economista también menciona a Italia como referencia: «Hasta septiembre no conoceremos los planes presupuestarios del país, importante de cara a la retirada de las compras de deuda por parte del BCE», dice, en un contexto en el que las primas de riesgo periféricas podrían mantenerse altas. 

Para los expertos de A&G, y aunque el semestre será bueno para los mercados, la volatilidad también tomará el mando y eso justifica la necesidad de una gestión activa. «Consideramos que el año 2018 será positivo para los mercados en general. Los fundamentales se mantienen en línea con el año 2017, aunque es cierto que el recorrido al alza de los mercados financieros es menor y por tanto el incremento de la volatilidad que se ha producido durante las últimas semanas era esperado. 2018 está siendo un año donde la gestión activa está tomando mucha relevancia», comenta Jaime Sánchez, portfolio manager en la entidad.

Para el experto, los acontecimientos geopolíticos serán los eventos a tener en cuenta y vigilar más de cerca, como la «guerra de aranceles», la creciente inestabilidad en Oriente Medio y la vuelta a la crisis periférica europea» -con el Gobierno italiano de corte más populista-. «Creemos que estos acontecimientos acabarán en una resolución positiva y por tanto los eventos de volatilidad que generen podrán ser tomados como oportunidades de entrada a mercado», defiende.

Desde Acacia Inversión advierten de que el escenario se está deteriorando poco a poco, pero creen que los inversores están sobrereaccionando: «Los vaivenes sufridos dentro del mercado desde el pasado mes de febrero son síntoma de que se ha deteriorado el escenario llamado «Goldilocks», ya que han aumentado los niveles de volatilidad e inflación y ha disminuido el crecimiento, situando a los bancos centrales en una posición más comprometida en cuanto a la salida de sus políticas de estímulo», comenta Miguel Roqueiro, director general y director de Inversiones de la firma. «A inicios de año el mercado fue excesivamente optimista con dicho escenario, lo que llevó a un arranque fulgurante pero no sostenible. Del mismo modo, entendemos que ahora los inversores están sobrerreaccionando, siendo excesivamente negativos con ciertas noticias: Europa, países emergentes, guerra comercial... Es cierto que el escenario no es tan favorable, pero eso no quiere decir que vayamos a ver una recesión a la vuelta de la esquina, y por tanto la corrección ha destapado nuevas oportunidades de inversión».

En Diaphanum ponen atención en la inflación: «Esperamos que se mantenga la tónica de normalización de las volatilidades de los mercados», explica Rafael Ciruelos Gómez del Valle, del departamento de Inversiones y socio de Diaphanum. En su opinión, las principales claves son que se mantenga el crecimiento económico mundial así como los resultados empresariales, y la retirada de estímulos por parte de los bancos centrales (con dos subidas de tipos de la Fed y reducción o terminación de la compra de bonos por parte del BCE). «Cabe señalar que hay que estar especialmente atentos a cambios importantes en las inflaciones», indica.

Los fondos que no pueden faltar en cartera

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Los expertos coinciden en que las estrategias que no pueden faltar y hay que potenciar en cartera son aquellas más flexibles y que aporten descorrelación, sin olvidar aquellas que den rentabilidad. Fondos de renta variable, estrategias multiactivo, fondos que invierten en sectores muy castigados a principios de año por la sobrerreacción al riesgo político en Europa (de deuda subordinada bancaria o high yield en Europa, por ejemplo), productos con exposición a inflación con duración cubierta y estrategias alternativas son las apuestas de los expertos. Y siempre con una fuerte diversificación.

«Abogamos siempre por una gestión activa del riesgo direccional (exposición tanto a los mercados de renta variable como de renta fija), complementada por estrategias de inversión igualmente flexibles y lo más descorrelacionadas posible», dicen en Capitalia Familiar EAFI.

Fondos que se aprovechen de la renta variable, monetarios que reducen el riesgo de las carteras, y alternativos de baja volatilidad son las tres apuestas de Diaphanum.

Gracia Campos, responsable de Fondos del Centro de Inversiones de Deutsche Bank, aboga, en un entorno de volatilidad pero con perspectiva positiva para las bolsas, por los fondos multiactivos flexibles: «Estos fondos, que intentan aprovechar esta tendencia favorable de las bolsas, pero a la vez controlan la volatilidad, son la mejor opción», explica.

«Uno de nuestros pilares de inversión es «prevenir no predecir», es decir, ser conscientes de que no tenemos la bola de cristal para adivinar el futuro; de ese modo creemos que el mejor posicionamiento inversor es la diversificación total materializada en una cartera global», añade Roqueiro desde Acacia Inversión. «Recomendaríamos añadir a dicha cartera estructural para este semestre de forma táctica fondos que invierten en los activos más castigados en el primer semestre del año por la sobrerreacción del mercado al riesgo político en Europa, como subordinadas bancarias, híbridos corporativos y high yield (en fondos como Groupama Asset Management - Groupama Axiom Legacy 21 y M&G Investment Funds 7 - Global Floating Rate High Yield Fund) y la teórica crisis de los países emergentes (deuda emergente, en fondos como Neuberger Berman Short Duration Emerging Market Debt Fund e IVO Funds - IVO Fixed Income)», explica. 

Asimismo, defiende la exposición a la inflación con la duración cubierta, con fondos como AXA World Funds - Global Inflation Bonds, «ya que puede servir de cobertura ante un repunte de la inflación o una mala salida de las políticas excepcionales que han adoptado los bancos centrales los últimos años. Recordemos a los inversores que no hay inversión sin riesgo y sin riesgo no hay rentabilidad», apostilla el experto.
En A&G no olvidan la inversión alternativa: «Este año estamos viendo cómo los clientes con carteras más conservadoras están sufriendo de forma considerable en sus carteras debido al comportamiento del mercado de renta fija. En este tipo de carteras potenciaremos los activos de inversión alternativa», dice Sánchez.

Y sin olvidar a la renta variable: «No deben faltar activos de renta variable en las carteras. El buen estado de las compañías en general, acompañado de la «macro», que continúa siendo positiva en las principales economías del mundo ayudadas por las políticas acomodaticias por parte del BCE en Europa y las reformas fiscales en Estados Unidos, hacen que sea la tipología de activo que mejor puede comportarse en este entorno de mercado», añaden en la entidad. En las carteras de renta fija, en A&G abogan por combinar activos con beta elevada como puede ser la deuda subordinada o activos de deuda emergente con activos monetarios, «para reducir la volatilidad que los primeros pueden aportar al conjunto de la cartera».

Y los fondos a evitar...

En este contexto, la renta fija pública sigue estando entre los activos a evitar. «Evitaríamos sobre todo fondos de renta fija gubernamental con duraciones altas, dadas las expectativas de subidas de tipos», dice Campos, que también pide cautela con la deuda emergente: «Un dólar fuerte y una subida de las rentabilidades del bono americano pueden pesar sobre los bonos emergentes, que además se enfrentan a elecciones en países importantes (Turquía, Brasil, México...)», advierte.

Desde Capitalia Familiar EAFI, hablan también de renta fija: «Por el momento y en estos niveles, evitaríamos posiciones en renta fija con duraciones (sensibilidad a la subida de los tipos de interés) elevadas. La incertidumbre sobre el alcance y consecuencias del proceso de normalización de las políticas monetarias es hoy por hoy significativa. Abogamos por una gestión activa del riesgo de crédito ya que los spreads (diferenciales de tipos de interés frente a la deuda pública de referencia) siguen siendo hoy por hoy muy estrechos».

En Acacia Inversión también ponen este foco en los fondos cuyo objetivo de inversión se centre en la renta fija tradicional, ya que el riesgo de duración ante la subida de tipos no se ve compensada por la rentabilidad esperada que ofrecen, que en muchos casos no cubren ni las comisiones soportadas por los mismos fondos. «Debemos olvidarnos de su papel teóricamente defensivo en una cartera moderada convencional. Preferimos una cartera de renta fija con un enfoque polarizado (Barbell): monetarios con comisión ultra baja (el barril de pólvora seca) y renta fija agresiva que ofrezca una rentabilidad acorde», indican.
Y lo mismo piensa Sánchez: «Hay que evitar activos de renta fija soberana con duraciones largas en cartera».

«Debido a la retirada de estímulos, en nuestra opinión hay que evitar fondos que tengan sensibilidad a los movimientos de tipos de interés en especial aquellos que invierten en activos de la eurozona. También evitaríamos fondos que inviertan en bonos de alta calidad crediticia. En ambos casos, vemos una pésima relación rentabilidad-riesgo», añade Ciruelos.

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