Reino Unido: la economía hace aguas a las puertas del 'brexit'
La preocupación ante una inminente recesión de la economía global ha hecho saltar las alarmas. Los datos mostrados por Reino[…]
La preocupación ante una inminente recesión de la economía global ha hecho saltar las alarmas. Los datos mostrados por Reino Unido esta semana, en los que se reflejó una contracción del 0,2% en el segundo trimestre del año, aumenta los riesgos en un país que tiene el 31 de octubre, fecha límite para el Brexit, marcado en rojo en su calendario.
La caída del Producto Interior Bruto (PIB) británico estuvo motivada principalmente por la fuerte reducción de la producción manufacturera, que bajó un 2,3 %. También la construcción acusó un fuerte descenso, del 1,3%, y únicamente el sector servicios mostró una perspectiva halagüeña al aumentar un 0,1 %. Es, sin embargo, el crecimiento más bajo del sector en los últimos tres años.
Azad Zangana, estratega de la firma Schroders, señala también que la disminución de los inventarios fue "el mayor obstáculo" para el crecimiento económico entre abril y junio. "Se habían ido acumulando durante algunos trimestres antes de marzo, la primera fecha límite del Brexit. Ahora que el límite es a finales de octubre, probablemente las instituciones públicas y privadas y los particulares redujeron sus existencias de bienes y materiales", apunta.
"Los datos de crecimiento son una advertencia a la política británica para superar el estancamiento del Brexit", explica David Meier, economista de Julius Baer, que cree que las razones de los malos resultados "son obvias" y surgen de los vientos en contra primaverales, "cuando los plazos de la salida se retrasaron dos veces reduciendo el crecimiento mucho más de lo esperado".
La preocupación en torno a un Brexit salvaje ha provocado que incluso el líder laborista, Jeremy Corbyn, se ofreciera ayer a liderar un Gobierno en funciones durante una ruptura con la Unión Europea. El objetivo es que si se produce la salida sin llegar a alcanzar un acuerdo se disminuya los riesgos de una recesión, que presenta una de la señales más claras en el hecho de haber obtenido dos trimestres consecutivos en negativo.
La tasa de paro ha aumentado hasta el 3,9%, con un incremento de 31.000 desempleados hasta alcanzar 1,33 millones. El mayor incremento en dos años. Además, la fuerte devaluación de la libra es otro de los síntomas de la debilidad de la economía del Reino Unido a escasos meses del 31 de octubre.
¿Se avecina entonces una recesión?
"El crecimiento de la inversión total se está contrayendo una vez más, mientras que el gasto público continúa siendo elevado", indica Zangana. "La reciente ofensiva de gasto público de Johnson sugiere que se está posicionando para las elecciones", sostiene Meier.
Sin embargo, existen ciertos indicadores que invitan al optimismo. El consumo privado se ralentizó en el segundo trimestre en comparación con los tres anteriores, aunque se mantuvo en un "robusto" aumento del 0,5%.
El informe de Schroders precisa que la balanza comercial volvió a niveles normales después de que se produjera una gran distorsión, provocada posiblemente por la importación de oro no monetario (aquellos artículos de particulares tratados como un bien, como pueden ser las joyas). Esta fue la causa de la fuerte contribución del comercio al PIB en el segundo trimestre.
"En general, se trata claramente de un conjunto de cifras decepcionantes que han aumentado significativamente un conjunto de cifras decepcionantes, que han aumentado significativamente la probabilidad de una recesión técnica", sostiene Zangana. "Dada la gran reducción de existencias que acaba de producirse, es poco probable que se repita en el tercer trimestre. El reabastecimiento probablemente será suficiente para evitar una recesión por ahora, pero los riesgos son cada vez mayores", concluye.
"Nos atenemos a nuestra perspectiva alcista de la libra a largo plazo", apuntan desde Julius Baer.