El Ibex-35 cae por debajo de los 8.800 por primera vez desde enero
La decisión de China de dejar de sostener al yuan en su tipo de cambio con el dólar se percibe como síntoma de un agravamiento de las tensiones comerciales con Estados Unidos. Las Bolsas cayeron con fuerza y los activos refugio captaron inversiones.
Fortísimos los descensos de la sesión de hoy en las Bolsas de todas las geografías. Ya Asia terminó la jornada por la mañana con muy importantes caídas: el Nikkei de Tokio se dejó un 1,74% y el Hang Seng, un 2,85%. A continuación, los índices europeos arrancaron la sesión con pérdidas y de esa manera la terminaron: el Ibex-35 se dejó un 1,35%, para dar un último cambio en los 8.777,2 puntos. Se situó por debajo de los 8.800 puntos por primera vez desde el pasado enero. Sus ganancias en el año han quedado reducidas a menos de un 3%.
Sólo media docena de valores del selectivo español cerraron al alza y sólo uno más se salvó de los recortes. Acerinox fue el más rentable, con una revalorización del 1,29%. Después se colocó el Sabadell, con una subida del 1,19%. Bankinter (0,86%), Bankia (0,52%) y CaixaBank (0,50%) se colocaron después. Naturgy (0,09%) completó la lista de valores en verde, y Endesa, que cerró en tablas, la de los títulos que esquivaron las pérdidas.
En rojo, el peor fue ArcelorMittal (-4,31%), seguido de ACS y Siemens Gamesa, que se dejaron más de un 3%. Un buen puñado de valores bajó más de un 2%: Merlín Properties, MásMóvil, Acciona, Inditex, Grifols, Aena y Viscofán.
Con todo, otros indicadores del Viejo Continente lo hicieron mucho peor, como el Ftse 100 británico o el Cac 40 francés, que se dejaron más de un 2%.
Luego, a primera hora de la tarde, hora española, Wall Street empezaba su sesión bursátil con muy importantes caídas: al cierre de la sesión europea, el Dow Jones retrocedía un 1,85%, pero el S&P 500 y el Nasdaq se dejaban más de un 2%. Y a medida que fueron pasando los minutos esos descensos se iban incrementando: a las seis de la tarde, el Nasdaq ya caía un 3%.
El Vix, que mide la volatilidad y se considera un indicador para evaluar el grado de miedo existente en el mercado, subió hasta los 21,81 puntos, un nivel que no marcaba desde enero. El pasado diciembre, cuando arreciaron las ventas en los parqués, marcó máximos por encima de los 35 puntos.
La clave china
Nick Wall, cogestor del Merian Strategic Absolute Return Bond, explica que la principal razón de las ventas de activos de riesgo por parte de los inversores en la sesión de hoy fue la decisión de China de dejar de defender al yuan contra el dólar. Ello provocó que la cotización de la divisa del gigante asiático cayera hasta mínimos de once años contra la moneda estadounidense. Según Wall, el mantenimiento del tipo de cambio estable se percibía como clave para poder prever alguna posibilidad de acuerdo comercial entre las dos superpotencias. La reacción de China ha seguido a la decisión de la Casa Blanca de imponer nuevos aranceles contra importaciones procedentes del país asiático por valor de 300.000 millones de dólares.
Además de temerse que la guerra comercial vaya a tener una mutación en guerra de divisas, Wall identifica más ramificaciones de la decisión cambiaria de China: la reducción de la probabilidad de un acuerdo comercial con Estados Unidos; la mayor fortaleza del dólar, que puede dañar al resto del mundo que se ha endeudado en esta moneda de reserva; además de que ello inyecta potencia deflacionaria en el mundo; y también pone presión a la Reserva Federal para que baje más los tipos de interés y se reduzca la presión sobre el billete verde.
En su respuesta vía Twitter, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó: "China bajó el precio de su moneda hasta casi mínimos histórico. Se llama 'manipulación de la divisa'. ¿Estás escuchando, Reserva Federal?".
Descontando la posibilidad de más bajadas de los tipos de interés por parte de la Fed, el euro se apreció con respecto al dólar y el tipo de cambio pasó de niveles de 1,11 a 1,1185 unidades.
Además, en el mercado de deuda, el interés del bono americano a diez años cayó desde el 1,85% hasta el 1,77%. El de su comparable alemán pasó del -0,50% hasta el -0,51%.
El dinero, pues, buscó refugio en la renta fija (la caída de su rentabilidad se debe a un aumento de su precio por la entrada de inversiones) y también en el oro: al cierre de la sesión, avanzaba un 1,40%, hasta los 1.460 dólares, máximos desde 2013.
El petróleo, por el contrario, cayó, ante el riesgo de que el agravamiento del choque entre Estados Unidos y China profundice la desaceleración económica. Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, caía un 2,46% al cierre de la sesión europea, hasta los 60,37 dólares. El de West Texas, de referencia en Estados Unidos, se dejaba un 0,75%, hasta los 55,24 dólares.