Boeing: los fallos de diseño fueron clave en el accidente del 737 Max
Investigadores indonesios han confirmado en su informe final publicado este viernes que errores en el diseño y en el proceso[…]
Investigadores indonesios han confirmado en su informe final publicado este viernes que errores en el diseño y en el proceso de certificación del Boeing 737 Max 8 fueron determinantes en el accidente en octubre de 2018 en el país asiático, que dejó 189 muertos.
Los fallos en el diseño se agravaron por la falta de información de los pilotos sobre el sistema de control de vuelo, errores en el mantenimiento de la aeronave por parte de Lion Air, entre otros factores, ha precisado el Comité Nacional de Seguridad en el Transporte (KNKT) en el documento definitivo sobre el accidente. "La investigación considera que el diseño y la certificación de la función MCAS (Sistema de Aumento de las Características de Maniobra, en inglés) fue inadecuada", añade.
"Boeing asumió que la dependencia del MCAS en un solo sensor era suficiente para cumplir con los requisitos de certificación. Nosotros pensamos que este sistema es vulnerable", ha explicado el investigador de la KNKT, Nurcahyo Utomo, en rueda de prensa.
El informe concluye que la Administración Federal de Aviación (FAA), organismo estadounidense que dio el visto bueno al diseño de los 737 Max y al sistema automático MCAS, basó su decisión en suposiciones equivocadas. El MCAS evita que el avión "entre en pérdida", es decir, que no tenga velocidad suficiente para mantenerse en el aire, inclinando hacia abajo el morro del avión.
Durante el accidente, lecturas erróneas de un sensor defectuoso activaron el MCAS y los pilotos tuvieron que corregir el descenso del avión más de 30 veces antes de perder el control de la aeronave al desconocer la fuente del problema.
El vuelo JT610 de Lion Air cayó al mar el 29 de octubre del año pasado poco después de despegar de Yakarta. En marzo de este año, un segundo accidente del mismo modelo de avión en Etiopía, en el que murieron 157 personas, sumió a Boeing en una crisis histórica tras la congelación de las entregas y prohibición de vuelos de los 737 Max.