Eroski activa la venta de Caprabo de la mano de PwC
La venta de la cadena de supermercados forma parte del plan de reducción de deuda que Eroski negoció en la última refinanciación con los bancos acreedores, a los que debe unos 1.500 millones de euros.
Eroski pone en marcha la venta de Caprabo. La cooperativa vasca lleva años detrás de esta operación -lo ha intentado en numerosas ocasiones- pero hasta ahora no había sido posible por los problemas de liquidez del grupo. Esta vez da un paso en firme de la mano de PwC, consultora que ha contratado para que le asesore en esta transacción.
La venta de la cadena de supermercados forma parte del plan de reducción de deuda que Eroski negoció en la última refinanciación con los bancos acreedores, según ha adelantado Expasión. La compañía con sede en el País Vasco debe a BBVA, Santander, Caixabank y Bankia unos 1.500 millones de euros.
Caprabo es la principal afectada por la deuda de Eroski, pero en este lote también podría acabar incluida la tienda deportiva Forum Sports. PwC tiene experiencia en este tipo de operaciones. Esta asesora fue la encargada de guiar los pasos de DIA en la venta de un paquete de tiendas del grupo distribuidor y de la división de Cash&carry Max Descuento.
PwC iniciará las conversaciones con posibles comprados a principios de año
Según el diario económico, este proyecto se encuentra todavía en fase inicial y se espera que PwC inicie las conversaciones con posibles interesados a principios del año que viene. Entre los posibles comprados, la asesora se dirigirá a inversores financieros e industriales.
Fuentes cercanas a Eroski confirman a Expansión que la contratación de PwC tiene como objetivo abrir un proceso de análisis sobre "todas las alternativas posibles". Entre ellas, destacan la búsqueda de socios para sus filiales o el traspaso de activos. Pero por el momento descartan que haya objetivos concretos en venta y aseguran que Caprabo es un activo estratégico
Eroski podría obtener con la venta de la cadena de supermercados al menos 400 millones de euros, frente a los más de 1.300 millones que pagó en 2007 para hacerse con el control de la compañía. La cadena de supermercados cerró 2018 con 318 tiendas y alcanzó una facturación de 912 millones, un 8% menos que en 2017, y unas pérdidas de cinco millones.