El IBEX mira al extranjero ante el parón de la eólica marina en España

El ministerio que lidera Teresa Ribera ha paralizado las nuevas licencias de desarrollo de parques marinos a través del Real Decreto de "Medidas Urgentes en el Ámbito de la Fiscalidad Energética"

Es una de las tecnologías de energía renovable con más potencial de futuro y, de momento, la partida se juega fuera de España. Iberdrola anunció este viernes un acuerdo con el grupo anglo-holandés Shell para pujar por los primeros grandes parques eólicos marinos flotantes que se desarrollarán en Reino Unido.

Y ese acuerdo es una declaración de intenciones y una muestra de cómo va a desarrollarse el mercado renovable.

Se trata de un acuerdo entre una eléctrica tradicional, a través de su filial ScottishPower, y una petrolera, cuya experiencia es clave porque se tratan de proyectos a desarrollar en aguas profundas, terreno donde tradicionalmente han operado las empresas de extracción de crudo.

En el caso de Escocia, será una puja donde el ganador no decidirá hasta entrado 2022 pero que contrasta con la situación en España, donde el Gobierno de Pedro Sánchez ha echado el freno a nuevas iniciativas en eólica marina a la espera de un nuevo desarrollo legislativo que las regule.

Parón en España

El parón ha llegado en las últimas semanas a través de un Real Decreto ligado al sector eléctrico: el de 'Medidas Urgentes en el Ámbito de la Fiscalidad Energética y en Materia de Generación de Energía', que aprobó el ejecutivo a finales de junio para tratar de dar un respiro a los consumidores en la factura eléctrica.

En ese texto, el Ejecutivo introdujo una moratoria para nuevas autorizaciones. No admite nuevas solicitudes para desarrollar parques eólicos marinos hasta que eche a andar la futura legislación, aún incipiente. Regulación que llegará, en un primer paso, en forma de un Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) y que aún está en fase de consulta pública.

“Desde la entrada en vigor de este real decreto-ley, y hasta la aprobación por el Gobierno de un nuevo marco normativo para las instalaciones de generación de energía eléctrica en el mar territorial, no se admitirán nuevas solicitudes de reserva de zona de instalaciones de generación eólicas marinas”, justifica el Ejecutivo.

Sí seguirán adelante las ya presentadas, siguiendo la legislación aprobada en 2007. Una regulación que permite pequeños parques de eólica marina, no como los grandes parques proyectados en Escocia.

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Además hay que tener en cuenta que, para poder desarrollar esos grandes parques eólicos hay que adentrarse en aguas de gran profundidad, no en las inmediaciones de la costa, con tecnologías que no existían hace más de una década.

“Igualmente, a la luz de la nueva normativa de ordenación del espacio marítimo resulta necesario realizar una reforma estructural de la normativa para la tramitación de instalaciones de generación de energía eólica marina, que tenga igualmente en cuenta la evolución del marco retributivo de las energías renovables y los avances tecnológicos”, desglosa el citado Real Decreto.

Proyectos en el aire

“Actualmente se han registrado solicitudes de reserva de zona por más de 13 GW por lo que mientras se desarrolla dicha normativa es necesario evitar que las expectativas de este cambio normativo provoquen un incremento exponencial de las solicitudes, con la consiguiente inseguridad jurídica”, resume el texto aprobado por el Gobierno.

Y ya hay proyectos diseñados para el litoral español. Por ejemplo, Iberdrola ha presentado al Ministerio para la Transición Ecológica proyectos en Canarias y en Galicia. Estos últimos son los de mayor tamaño, ya que aspiran a sumar 490 MW y estarían situados a más de 12 kilómetros de la costa.

Otras compañías como ACS o Greenalia también ha presentado proyectos de eólica marina ante el Ministerio encabezado por Teresa Ribera, también en aguas del archipiélago canario. De momento, aún son iniciativas a desarrollar, que no cuentan con el visto bueno de la Administración, y que está por ver si están condicionados o no por este parón legislativo.

Más aún cuando la eólica marina conlleva un largo proceso de construcción suele prolongarse cerca de una década.

Acelerón en el exterior

Este frenazo en el mercado doméstico, a la espera de que haya un nuevo marco para la eólica marina, no supone que las compañías estén de brazos cruzados. Al contrario, aceleran en esta tecnología, pero donde va a instalarla es fuera de España. En Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson ha apostado claramente por esta tecnología renovable, con la meta de llegar a 40 GW construidos en 2030. Una capacidad que, según el Ejecutivo conservador, sería suficiente para abastecer a todas las viviendas del país. Y, en ese esquema es donde se enmarca la estrategia internacional de las multinacionales españolas.

En el caso de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán, opera actualmente más de 1.300 MW eólicos marinos, distribuidos en el mar Báltico y Reino Unido. Y está desarrollando proyectos en Alemania (Baltic Eagle), Francia (Saint Brieuc) y Estados Unidos (denominado Vineyard Wind I).

En total, tiene en cartera proyectos marinos de 20.000 MW, de los que 12.000 MW estarán en operación a finales de la presente década. Entre ellos, de momento, no están los del mercado español; pero sí ha anunciado que pujará por proyectos en mercados como Japón o Taiwán.

Otra compañía que ha dejado claro a los inversores su apuesta por esta renovable en el mar es Acciona. En la salida a bolsa de su filial renovable Acciona Energía, la apuesta por la eólica marina ha sido uno de los pilares sobre los que construirá su crecimiento a futuro.

La nueva cotizada sí apuesta por España en esta tecnología en expansión -aunque no en el futuro más a corto plazo-, además acelerar su desarrollo en mercados de Europa del Este.

La compañía presidida por José Manuel Entrecanales apostará por la eólica marina en la Península Ibérica -en Galicia y Levante- y Polonia, con el objetivo de instalar 2 GW a partir de 2025, según desglosó en la presentación de su salida a bolsa.

De conseguirlo será una parte pequeña de su negocio, porque prevé alcanzar los 30 GW al final de la presente década, el triple de los que tiene en la actualidad.

Y para que Acciona Energía consiga ese objetivo en su país de origen la legislación que regule esos ‘campos marinos’ debería estar lista y aprobada en los próximos meses.

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