Las mejores cuentas nómina y fondos para anular la inflación
Selección de las mejores cuentas nómina que logran salvar el match de la rentabilidad en negativo que provoca la inflación
La mejores cuentas nómina y los fondos garantizados son clave para combatir los datos de inflación registrados en junio. El avance de julio, con una tasa del 2,9 por ciento, solo mete más presión a familias y empresas.
Los depósitos y cuentas a la vista de hogares y empresas residentes en España se situaron en 1,243 billones de euros en junio, lo que supone un incremento del 1,42 por ciento respecto al mes anterior y del 4,79 por ciento frente a junio de 2020, según los datos provisionales del Banco de España.
En concreto, los depósitos de hogares crecieron en 13.000 millones de euros, encadenando de esta manera diez meses al alza y los de las empresas suman dos meses de subidas.
En cambio, la rentabilidad media de estos productos se situó en el 0,05 por ciento.
Las familias pierden dinero en los depósitos
Esta inversión hace perder dinero a familias y empresas. Aunque la rentabilidad nominal sea del 0,05 por ciento (para una inversión media de 1.000 euros las ganancias reportadas serán de 0,5 euros), la rentabilidad real será mucho menor.
Y es que la inflación española se situó en el 2,9 por ciento, por lo que el balance de este dinero es que está sometido a una rentabilidad negativa (se resta la rentabilidad nominal de la real) del 2,85 por ciento.
Incluso esta rentabilidad negativa se produce en los mejores depósitos. Por poner un ejemplo, la cuenta asociada de Wizink ofrece una rentabilidad del 0,80 por ciento, que una vez descontada la inflación se queda en el -2,1 por ciento.
Las mejores cuentas nómina logran salvar el match de la rentabilidad en negativo
En cuanto al panorama de las cuentas remuneradas, la Cuenta Nómina mantiene la remuneración del 5 por ciento el primer año. En este caso, sí que el ahorrador lograría acabar el año con una rentabilidad positiva, aunque la real se quedaría reducida al 2,1 por ciento.
La Cuenta Bienvenida de Openbak también sortearía las pérdidas durante los primeros seis meses (puesto que ofrece una remuneración del 5 por ciento) para luego entrar en rentabilidad en negativo ya que el TAE total se sitúa en el 2,58 por ciento. En este caso, la rentabilidad negativa sería del 0,32 por ciento.
En todos los casos, habría que, además, descontar los rendimientos del capital mobiliario a las ganancias, que se sitúan en el 19 por ciento.
Fondos garantizados como alternativa
La alternativa que tendrían estos inversores conservadores sería apostar por fondos, por ejemplo, garantizados, que aseguran al final de la inversión el mismo capital inicial.
En este caso, sí que hay vehículos de inversión que baten al dato de inflación de julio.
Bankinter Mercado Europeo se anota una rentabilidad del 8,61 por ciento, lo cuál arroja una rentabilidad real del 5,71 por ciento (si invirtiera 1.000 euros, llevaría ganados 57 euros).
Dentro de esta categoría destacaría el Bankinter Europa 2025, con una rentabilidad del 5,58 por ciento, que una vez descontada la inflación de junio, arrojaría un balance positivo del 2,88 por ciento.
Para una inversión de 1.000 euros, las ganancias serían de 28,8 euros brutos y poco más de 23 euros netos.
Algo más del 5 por ciento se anota el Deutsche Bank Best Allocation y que a un año la remuneración se dispara un 12,5 por ciento.
También bate a la inflación el Bankia Garantizado Bolsa 2024, que hasta la fecha gana algo más del 3,5 por ciento y a un año supera el 6 por ciento.
Si decidiéramos correr un mayor riesgo pero quisieramos una gran rentabilidad siempre está el fondo Alcala Oricalco, que se anota en lo que va de año una rentabilidad superior al 56 por ciento.
No sólo lograr batir por goleada a la inflación, si no que la rentabilidad real supera el 50 por ciento.
La inflación de julio no toca techo
Los precios siguen su escalada en julio, con una tasa anual del IPC del 2,9 por ciento, dos décimas más que en junio.
También es la más alta desde febrero de 2017, cuando fue del 3 por ciento en un contexto de incremento de los costes energéticos.