Naturgy. La Moncloa impone a IFM el plan estratégico de Reynés
El Ejecutivo exige al fondo australiano que apoye la hoja de ruta de Naturgy en su transición energética
El Gobierno dio luz verde a la oferta pública de adquisición (opa) del fondo australiano IFM sobre Naturgy en la última reunión del Consejo de Ministros antes de comenzar sus vacaciones.
Lo hizo sobre la bocina y con condiciones. La opa lanzada a finales de enero sobre el 22,69 por ciento del capital de la energética está sujeta a que IFM apoye a la compañía en su ruta hacia la transición energética de su negocio.
El periodo contemplado es de cinco años. Una travesía en la que el fondo deberá respaldar las inversiones de Naturgy hacia un modelo libre de emisiones contaminantes pese al rechazo frontal que encuentra por parte de la cúpula de la compañía.
Reynés y Criteria: escollos para IFM
El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha manifestado por activa y por pasiva su oposición a la operación.
Su postura representa al Consejo de Administración de la compañía y se extiende a Criteria, uno de los mayores accionistas de Naturgy con un 25,617 por ciento del capital del grupo.
Las últimas muestras las dio tras la presentación de resultados. “Somos de Naturgy, no de los ofertantes ni de los accionistas”, dijo.
“Una compañía no se puede paralizar, exige que se haga lo que convenga y corresponde en cada momento”, reiteró, cuestionado sobre una oferta que lleva dilatándose durante meses a expensas de las pertinentes aprobaciones.
“En este momento”, añadió Reynés ante los accionistas de la compañía, “correspondía aprobar el plan estratégico”. Una hoja de ruta diseñada para ahogar la opa.
8.700 millones en renovables
El plan, anunciado con un año de retraso, se vertebra en torno a los 8.700 millones de euros -más de la mitad prevista para los próximos 5 ejercicios- en inversiones en renovables.
El foco se sitúa también en la infraestructura de redes, a las que se destinarán más de 4.000 millones de los que el 80 por ciento se enmarcará dentro de los parámetros de actividades sostenibles exigidos por la Unión Europea.
En este punto, una de las ramas de inversión de IFM pasa por las infraestructuras, aunque el fondo centra su actividad en la gestión de ahorros para las pensiones.
Así, Naturgy espera renovar sus fuentes de energía. Ahora, la mayor parte (47 por ciento) procede de la generación hidroeléctrica; un 44 por ciento de la energía eólica terrestre y un 9 por ciento de la solar.
Para finales del plan, las estimaciones de Naturgy pasan por elevar sus niveles hasta que el 45 por ciento proceda de la solar fotovoltaica, el 16 por ciento de la eólica y otro porcentaje similar para la generación hidroeléctrica.
El gran objetivo es alcanzar 15 gigavatios (GW) de capacidad instalada gracias a la puesta en marcha de 9,4 GW hasta 2025.
Dividendo: un dardo envenenado para IFM
En medio de todas las cifras energéticas, el Consejo de Naturgy aprobó la semana pasada un dividendo de 0,3 euros que se recibe como un dardo envenenado para IFM.
El descuento en bolsa generado por la retribución a los accionistas dejó la cotización de Naturgy por debajo del precio de la oferta inicial de IFM.
Esto provocó un segundo recorte en la opa del fondo de inversión, que redujo el precio a pagar por los títulos hasta los 22,07 euros. En marzo, IFM ya hizo una maniobra similar al rebajar el precio de su oferta hasta los 22,37 euros.
Pese a estos desencuentros, IFM no ha anunciado su marcha atrás en torno a la opa y se espera que siga adelante con la operación.
Entretanto, las acciones de Naturgy volvieron a sumar una fuerte subida este martes, del 1,3 por ciento hasta los 21,90 euros. El consenso de analistas consultado por finanzas.com considera que aún guardan potencial para subir otro 3 por ciento hasta los 22,55 euros por título.
En el año suma un 15 por ciento, por lo que las acciones aún seguirían teniendo recorrido para deleite de IFM, que espera, pese a las vicisitudes, rentabilizar su apuesta sobre una de las mayores energéticas europeas.
