Los bonos de Evergrande se desploman ante las dudas sobre su solvencia
Los títulos de deuda de la compañía inmobiliaria china caen un 25 por ciento después de retomarse la negociación, que estuvo suspendida ante la rebaja de su rating
La crisis de Evergrande se agrava a pasos agigantados. Este lunes, sus bonos se desplomaron ante las dudas crecientes de los inversores sobre su capacidad de pago, lo que llevó a la bolsa de Shanghai a parar temporalmente la negociación con ciertos títulos de renta fija de la compañía.
El detonante fue una rebaja de la calificación crediticia al gigante, lo que impide su uso como colateral. En concreto, China Chengxin International Credit Rating rebajó sus bonos a AA desde AAA el jueves pasado y situó a la compañía en alerta sobre posibles nuevas rebajas.
Ante esta situación, los bonos de la empresa que vencen en julio de 2022 se desplomaron un 25 por ciento el lunes después de que se retomara la negociación de los mismos, lo que refleja las dudas de los inversores sobre la capacidad de la empresa de devolver el principal el año que viene.
Evergrande reconoce dificultades de pago
Lo ocurrido este lunes comenzó a gestarse hace unos días, cuando el gigante de la construcción del dragón asiático anunció un descenso del beneficio del 29 por ciento en los primeros seis meses del año y reconoció sus dificultades de pago, tal y como se relata en el último número de la revista INVERSIÓN.
Una semana antes, Evergrande ya había lanzado un ‘profit warning’ al mercado que presagiaba que las cosas no iban bien en la constructora, una de las más endeudadas del mundo (la deuda supera los 300.000 millones de dólares).
Eso provocó la rápida pérdida de valor de las acciones y los bonos de la compañía. Este lunes mismo, la cotización de Evergrande caía un 0,57 por ciento por este motivo, que se une al 11,25 por ciento que perdió la compañía en bolsa la semana pasada.
Miedo al contagio a otras empresas inmobiliarias
Pero el problema es que las dudas se han extendido más allá de la propia compañía, ante el miedo a que la caída de los precios del sector inmobiliario puedan afectar a otras compañías del sector.
De este modo, la rentabilidad de los bonos subió hasta el 12,9 por ciento este viernes, según un índice de Bloomberg dominado por compañías inmobiliarias, el nivel más alto desde marzo del año pasado, cuando la crisis del coronavirus se encontraba en todo su apogeo.
Y eso que uno de los motivos que han provocado la crisis de Evergrande está fuera del sector inmobiliario. En concreto, a la empresa le ha perjudicado la situación de su filial dedicada al vehículo eléctrico, que se ha hundido en bolsa después de haber sido una de las acciones predilectas de los inversores.