Biden y Xi bajan el suflé con una incipiente tregua entre EEUU y China
Los presidentes de los EEUU y China liman las asperezas de los últimos años con una conversación "honesta" que frena la guerra comercial
Joe Biden y Xi Jinping dejaron atrás los enfrentamientos vividos entre los Estados Unidos y China y pusieron la primera piedra para sellar la tregua entre las dos mayores potencias mundiales.
Los presidentes mantuvieron su segunda conversación telefónica del año en la que tuvo lugar “una amplia discusión estratégica”, que resultó en el inicio de la “paz, la estabilidad y la prosperidad” entre ambos países, en palabras de Biden.
Atrás quedan años de guerra comercial en los que el anterior ocupante de la Casa Blanca, Donald Trump, mantuvo una confrontación continua con su homólogo chino saldada con una lucha arancelaria y sus posteriores repercusiones para el resto del mundo.
Competencia, sí; conflicto, no
El Ministerio de Relaciones Exteriores chino informó que Biden y Xi discutieron en torno a la “responsabilidad de garantizar que la competencia no se convierta en conflicto”, según recoge Financial Times.
La primera llamada desde el pasado febrero surgió a petición del presidente estadounidense, que dijo estar dispuesto a entablar “conversaciones serias”.
“Lo que hemos recibido son los puntos de conversación habituales, más diseñados con fines de propaganda”, dijo un alto cargo del Gobierno estadounidense en declaraciones al Financial Times.
Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, y Jake Sullivan, asesor del departamento de Seguridad Nacional, fueron los responsables de orquestar la cita, en colaboración con Yang Jiechi, uno de los líderes de la diplomacia china en el país, y el ministro de relaciones exteriores, Wang Yi.
Pese a que la postura de Biden con China ha sido más beligerante de lo que esperaban la mayoría de analistas, según la revista Inversión, en especial tras el recrudecimiento del control estatal chino a las cotizadas de Wall Street, la conversación sirvió para destensar la cuerda.
“Ambos fueron honestos sobre sus puntos de vista”, reconocen fuentes del Gobierno a la agencia Bloomberg.
La semana pasada, el ministro Yi ya había adelantado que “la pelota ahora está en el tejado de los Estados Unidos”, por lo que se esperaba una mayor colaboración por parte del presidente estadounidense. Algo que finalmente llegó y se materializó este viernes.
La bolsa, nuevo campo de batalla
Si bien los aranceles centraron la guerra comercial entre Trump y China, el campo de batalla se había trasladado más al plano bursátil en los últimos meses.
Pekín viene estrechando el cerco sobre las tecnológicas chinas que cotizan en Wall Street, en especial sobre la compañía de movilidad Didi y el grupo Full Truck Alliance, aunque la presión se ha elevado a compañías con presencia en el sector de los juegos como Tencent, otro de los gigantes de la bolsa china.
En junio, Biden respondió con una orden ejecutiva para prohibir inversiones estadounidenses en hasta 59 empresas chinas, en una extensión de una normativa activada por Trump en noviembre de 2020.
China contraatacó con un mayor control sobre sus empresas.
El caso más representativo es el de Didi, al que la presión del Gobierno le ha costado una pérdida del 38 por ciento desde su debut en Wall Street en junio. Este viernes, tras la reunión, volvió a registrar fuertes caídas.
Incluso la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) estadounidense diseñó en agosto una nueva guía para advertir a los inversores sobre los riesgos de apostar por cotizadas chinas, en lo que muchos analistas entendieron como la enésima respuesta al conflicto bursátil.
Pese a este tira y afloja, Biden y Xi dejaron atrás las rencillas y avanzan hacia un nuevo marco de colaboración. La salida de la crisis sanitaria del Covid-19 podría ser un primer paso para demostrar la necesaria colaboración entre las dos grandes economías mundiales.
Biden: plan para vacunar en las empresas
Entretanto, Biden prepara un plan para obligar a las compañías estadounidenses con más de 100 empleados a vacunar al completo a sus plantillas.
La iniciativa forma parte de un amplio abanico de exigencias legales que implementará el Departamento de Trabajo en las próximas semanas.
Ya en julio, el presidente estadounidense anunció nuevos requisitos para las empresas para los empleados de empresas contratadas por el Gobierno, por lo que la nueva orden ejecutiva se recibe como un paso más de dicha normativa.