Las comisiones provocan una fuga de clientes a la banca online

ING, Bankinter y MyInvestor son un claro ejemplo de que no cobrar comisiones es rentable

A río revuelto ganancia de pescadores. Esto es lo que deben de pensar las entidades que han mantenido su política de cero comisiones a la vista de los resultados.

Y es que entidades como ING, MyInvestor y Bankinter han ganado no sólo nuevos clientes sino pasivo gracias a la decisión de no aplicar cargos a los clientes por las operaciones del día a día.

En el caso concreto de ING, el banco holandés ha registrado crecimientos récord en clientes principales y ya cuenta con 2.724.525 de usuarios en Cuenta Nómina, un 10,8 por ciento más que en el tercer trimestre de 2020. En total, el banco tiene más de 4,2 millones de clientes, un 2 por ciento más que hace un año.

En cuanto a su política de comisiones, la entidad también mantiene la estrategia de cero comisiones, salvo que se tenga saldos por encima de los 30.000 euros. En este caso, el cargo será de 10 euros al mes.

MyInvestor y Bankinter apuestan por ofrecer rentabilidad para ganar a los clientes

También redonda le ha salido la jugada a MyInvestor. Aunque no se trata de una cuenta nómina (sí que se puede domiciliar), el producto atrae los clientes por su rentabilidad del 1 por ciento, que ya han depositado 435 millones de euros. Supone un crecimiento interanual (Vs sept 2020) del 54 por ciento. La cuenta remunera el 1 por ciento TIN/TAE el primer año hasta 15.000 euros y 0,10 por ciento después. 

Mismo comportamiento se refleja en la cuenta nómina de Bankinter. La entidad premia con una remuneración del 5 por ciento el primer año (y para los primeros 5.000 euros) a quienes ingresen de manera habitual 800 euros.

A cierre de septiembre registraba un crecimiento significativo: 14.500 millones en saldo acumulado, un 23 por ciento más en términos interanuales.

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Los clientes eligen ser infieles al banco

Estas cifras demuestran que los clientes bancarios ya no aceptan que se les cobren comisiones por servicios, que hasta la fecha eran gratuitos, y han dado un paso al frente.

Si el cliente bancario era muy fiel a la entidad desde sus inicios, la nueva política de la banca de cobrar comisiones ha hecho que los clientes de las entidades financieras hayan optado por buscar alternativas, que las han encontrado principalmente en la banca digital.

Así, estas entidades se caracterizan por ofrecer mejores condiciones en lo que a comisiones se refiere, puesto que el hecho de que tengan menos costes al no contar con una red de oficinas les permite reducir gastos y por lo tanto su márgenes de negocio no sufren tanto por la política de tipos al cero por ciento del Banco Central Europeo (BCE).

En este sentido, las entidades más representativas serían, por un lado, la ya mencionada banca digital. Por ejemplo, Openbank, la filial 'online' de Banco Santander no cobra comisiones aunque el cliente no tenga domiciliada la nómina e, incluso, puede llegar a tener una remuneración del 5 por ciento los seis primeros meses si la domicilia; mientras que la matriz cobra hasta 20 euros mensuales a quienes no tengan ingresos periódicos en el banco.

También destacan los neobancos. Estas entidades han hecho la política de cero comisiones como principal carta de presentación.

La banca tradicional también ofrece cero comisiones

Ante el temor de esta fuga de clientes, y con el objetivo de potenciar los canales digitales, la banca tradicional ha apostado por ofrecer cuentas sin comisiones a los clientes digitales.

Es el caso de BBVA y Santander. Por ejemplo, la entidad que preside Ana Botín lanzó una cuenta gratuita y sin necesidad de domiciliar la nómina a aquellos cliente que sólo operaran de manera digital.

Esta idea no es nueva (BBVA y Caixabank tienen cuentas cien por cien digitales) que tienen un doble objetivo. Por un lado, mantener o atraer a los clientes que huyen de las comisiones de otras entidades, pero, al mismo tiempo, buscan sólo clientes que operen de manera digital.

La transformación de la banca en materia digital ha dado un giro de 180 grados al negocio. Las oficinas han quedado relegadas a ser meras comercializadoras de los productos, donde cada vez se limita la operativa tradicional.

El problema es que estas ofertas excluyen a una parte de la población, la que no se maneja en las nuevas tecnologías, lo que les impide tener acceso a las cuentas sin comisiones.

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