Bruselas desbarata los presupuestos del Gobierno
La Comisión Europea rebaja la estimación de crecimiento para España para 2022. Se aleja cumplir con los Presupuestos mandados a Bruselas
Nuevo jarro de agua fría a las previsiones macro del Gobierno. Esta vez por parte de la Comisión Europea, que ha recortado la previsión de PIB para España.
El organismo ha rebajado su estimación de crecimiento del PIB español en 1,6 puntos para 2021, hasta el 4,6 por ciento, y en ocho décimas para 2022, hasta el 5,5 por ciento, con respecto a sus proyecciones de verano, aunque asegura que la recuperación "está ganando tracción" tras el desplome provocado por la pandemia gracias al consumo privado y los fondos europeos.
En las anteriores estimaciones, la CE calculaba que la economía española crecería un 6,3 por ciento este año y un 6,2 por ciento el próximo año.
Esta corrección a la baja se suma a las ya presentadas por otros organismos y vuelve a poner en duda los cálculos del Gobierno, que prevé un crecimiento del 6,5 por ciento para este año y un 7 por ciento para el siguiente.
El INE abrió la caja de las correcciones
Esta corrección no es nueva. Fue el Instituto Nacional de Estadística (INE) quien puso sobre la mesa una recuperación más débil de lo esperada cuando revisó a la baja su estimación de PIB del segundo trimestre.
Así, el organismo rebajó el rebote de la economía de abril a junio al 1,1 por ciento, frente al cálculo inicial del 2,8 por ciento y abrió el camino para que otros organismos, como el Banco de España, rebajen a la baja sus estimaciones.
Sigue pesando mucho los ERTES que todavía afectan a una parte importante del tejido productivo español, pero también que el consumo interno y las exportaciones registraron una evolución peor de lo esperado.
Los presupuestos de 2022 desbaratados
El Gobierno decidió hacer caso omiso a estas advertencias y mandó a Bruselas su Presupuestos Generales del Estado para 2022 que contemplan un crecimiento del 7 por ciento, muy lejos de las estimaciones que se van conociendo por organismos independientes.
De cumplirse, hará muy difícil, por no decir casi imposible, que se logren los objetivos de ingresos y de gastos que recogían las cuentas públicas.
En concreto, el Gobierno asegura que los ingresos se situarán en los 232.352 millones (antes de cesión a entes territoriales), frente a los 214.995 del avance de la liquidación de 2021 y los 194.051 recaudados en 2020.
En cuanto los gastos, el se situarán en 2022 a 458.970 millones de euros, de los que 27.633 serán fondos europeos.
El límite de gasto no financiero, conocido como ‘techo de gasto’, del Presupuesto del Estado para 2022, se mantiene en los 196.142 millones de euros, ligeramente por encima del año anterior (196.097), incluyendo transferencias extraordinarias a las comunidades autónomas y Seguridad Social.
Con estas estimaciones, ambas cifras están cuestionadas.
El paro sí que mejora
Bruselas también estima que el déficit público se reducirá desde el 11 por ciento que marcó en 2020 hasta el 8,1 por ciento este año, una cota cinco décimas mayor que en sus últimas previsiones, y hasta el 5,2 por ciento en 2022, sin cambios con respecto al cálculo previo.
Por el lado positivo, la CE prevé la tasa de paro baje al 15,2 por ciento este año, tres décimas menos que su previsión anterior, y espera que la creación de empleo acelere el año que viene hasta reducir la tasa de desempleo al 14,3 por ciento, desde el 15,7 por ciento que apuntó en las anterior pronóstico de primavera, la última que incluyó previsiones sobre la tasa de paro.
Para 2023, su pronóstico es que siga bajando al 13,9 por ciento.
La recuperación de la eurozona, desigual
Tanto la eurozona como la Unión Europea registrarán un crecimiento del 5 por ciento, algo mejor que en la anterior estiamción.
Sin embargo, para 2022 empeoró sus estimaciones y predijo un crecimiento económico del 4,3 por ciento tanto en los diecinueve países que comparten el euro como en los Veintisiete.
En cuanto a la inflación, Bruselas espera que se sitúe en el 2,4 por ciento este año y el 2,2 por ciento en 2022 en la eurozona, mientras que en la UE será del 2,6 por ciento y 2,5 por ciento, respectivamente.