La fórmula ‘mágica’ para salvar las pensiones

Utilizar toda la vida laboral para calcular la cuantía de las pensiones contribuiría a reducir el déficit de la Seguridad Social y a sostener el sistema

Lograr la sostenibilidad del sistema público de pensiones es uno de los objetivos que Pedro Sánchez se propuso a su llegada al Gobierno y, para ello, el Ministerio de Seguridad Social ultima con los agentes sociales el diseño de la reforma de las pensiones que podría recoger un aumento del periodo de cálculo de las prestaciones como se ha comprometido el Ejecutivo español con Bruselas.

Así se desprende del ‘Operational Agreement’, un pacto suscrito entre el Gobierno español y la Comisión Europea que recoge las condiciones que España tiene que cumplir para recibir los fondos europeos de ayuda conocidos como Next Generation, entre ellas la de ampliar el periodo para computar las pensiones.

El acuerdo establece que en el último trimestre de 2022 tiene que entrar en vigor «la legislación para el ajuste del periodo de cómputo, ampliándolo para el cálculo de la pensión de jubilación», con el objetivo de hacer «sostenible» el sistema. La revista Inversión dedica su portada esta semana a las consecuencias de este acuerdo.

Actualmente, el periodo tenido en cuenta para calcular las pensiones son los 25 años anteriores a la jubilación, pero la CE pide más.

Y esta petición ha vuelto a levantar la polémica, tal y como ocurrió a hace un año cuando salió a la luz un borrador sobre la reforma de las pensiones en el marco del Plan de Recuperación, elaborado por el Ministerio de Seguridad Social, que proponía elevar de 25 a 35 años el periodo de cálculo.

Una “buena" medida

Los expertos consideran que extender este periodo sería una «buena medida» para recortar el gasto en pensiones, que ronda el 12 por ciento del PIB, y para reducir el déficit de la Seguridad Social, que alcanzó 14.979,85 millones de euros a cierre de 2020, el equivalente al 1,36 por ciento del PIB.

Así lo estima Enrique Devesa, profesor de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE. Cree que con su implantación “mejoraría la contributividad del sistema y la sostenibilidad, y nos acercaría un poco más a lo que ocurre en la mayor parte de países de nuestro entorno".

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Contabilizar toda la vida laboral

Pero no es la mejor fórmula. En opinión de José Ignacio Conde, subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), la "mejor forma y la más justa" de calcular las pensiones sería tener en cuenta todo lo que se ha cotizado durante la vida laboral.

"El esfuerzo contributivo habría que considerarse entero porque no tiene sentido que para calcular las prestaciones cuenten más los últimos años de cotizaciones que los primeros”, argumenta.

Implantarla poco a poco

Ello acarrearía una bajada de las pensiones, por lo que el subdirector de Fedea sostiene que en el caso de implantarse debería hacerse “de forma gradual”. “No tiene sentido que a las personas que se van a jubilar dentro de poco les cambies las reglas para que su pensión sea más baja de lo que esperan porque no tienen margen para adaptarse al cambio”.

Por ello propone que este sistema “podría instaurarse de forma progresiva, de tal manera que si alguien no ha cotizado suficiente y le bajan la pensión prevista tenga margen de maniobra para evitar que esta se reduzca alargando el momento de la jubilación”.

Más medidas salvadoras

Otras fórmulas para salvaguardar el actual sistema público de pensiones serían, a juicio de Conde, ampliar la edad de jubilación a aquellos que su salud y su tipo de trabajo se lo permita y diseñar un sistema para salir de una forma gradual del mercado laboral mediante el establecimiento de un periodo de tiempo que permita compatibilizar cobrar la pensión y seguir trabajando.

“El trabajador podía pasar de una actividad laboral de 40 horas semanales a 30 horas, después a 20, luego a 10 y así hasta su jubilación total”, propone José Ignacio Conde, ya que esta fórmula "daría recursos al sistema y ahorría gasto en pensiones".

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