Endesa invertirá un 22% más a costa de mayor beneficio y menor dividendo

Endesa aumentará el volumen de sus inversiones hasta 2030 un 22 por ciento respecto a su anterior plan estratégico, apoyada en previsiones de mayores beneficios, y un pago menor de dividendos.

Si el miércoles era la matriz italiana de Endesa, Enel, quien dibujaba unas líneas maestras para la compañía que la llevarán a abandonar el gas en 2040, hoy ha sido la propia empresa española la que ha detallado cómo afrontará este reto.

La energética dirigida por José Bogas ha remitido este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la actualización de su plan estratégico para 2030, en el que se contemplan inversiones de 31.000 millones de euros para acelerar la transición energética de la compañía.

Minutos antes, no obstante, Endesa también ha hecho pública ante la CNMV su política de dividendos hasta 2024, que contempla una reducción del porcentaje de beneficio que reparte entre sus accionistas: bajará del 100 por cien al 80 por cien en 2021, mientras que de 2022 a 2024 será del 70 por cien.

Una mejora de los beneficios que iguale el dividendo

La compañía energética distribuirá este año entre sus accionistas un dividendo de 0,5 euros brutos por acción, cuyo pago se efectuará a partir del día 3 de enero de 2022

Pese a la reducción en el pay out previsto por Endesa durante los próximos años, el consejo de administración espera que la remuneración de los accionistas "se maximice" gracias a "un nivel de generación de caja significativo".

En los cálculos de la empresa reflejados en su actualización del plan estratégico para 2030 se estima que el dividendo por acción (DPA) implícito de este año es de aproximadamente 1,3 euros con un pay out del 80 por ciento, teniendo en cuenta un resultado neto ordinario de 1.700 millones de euros.

Para los próximos tres años, Endesa proyecta que ese beneficio neto sea de 1.800, 1.900, y 2.000 millones de euros, por lo que la reducción del porcentaje de beneficio distribuido entre sus accionistas seguiría siendo la misma, con una rentabilidad por dividendo implícita del 6, 6 por ciento.

En la apertura del mercado tras los anuncios, los inversores parecieron quedar satisfechos con las propuestas hechas de la compañía española durante su Capital Markets Day, llevándola a una subida del 2,9 por ciento que dejaba su acción en 20,37 euros.

En la sesión del lunes, Endesa ya protagonizó una ligera subida ante las noticias de su matriz, Enel, del adelanto de la descarbonización total del grupo a 2040, lo que llevó a la empresa dirigida por José Bogas a cerrar la jornada mejorando un 0,89 por ciento.

Invertir más para ganar más

Endesa asegura que el crecimiento de su ebitda será posible gracias al esfuerzo inversor y a la recuperación del contexto de mercado.

Por ello, amparada en la premisa de que para ganar más hay que invertir más, la compañía ha señalado en su plan estratégico que entre 2022 y 2024 desembolsará 7.500 millones de euros en su objetivo de aumentar su capacidad en energías renovables y acabar con la comercialización de gas en 2040.

Durante ese proceso, Endesa proyecta que el ratio de deuda neta se reducirá a 2,3 veces en 2024, respecto a las 2,4 veces de 2021, logrando un ebitda de 4.700 millones de euros y una deuda neta de 10.700 millones.

Ángel Pérez Llamazares, analista de Renta 4, explicaba en su análisis de las tres grandes energéticas españolas, que esperaba que los dividendos de Endesa siguieran "generando rentabilidades atractivas, pese al elevado nivel de inversión previsto", destacando que estos mismos planes "permiten pensar en un incremento significativo de los resultados a futuro".

Patricio Álvarez, de Bloomberg Intelligence, también señaló que "el beneficio podía acelerarse a partir de 2022, impulsado por el aumento de la inversión en energías renovables, un margen unitario mejor integrado, la eficiencia de los costes, la mejora de la combinación de la generación de energía y el aumento de los precios de la energía realizados".