Ómicron enquistará la inflación: los bancos centrales actuarán descoordinados

Ómicron provocará nuevas interrupciones de suministro, que darán pie a una inflación más persistente. Los bancos centrales actuarán con distintas medidas

El coronavirus y sus variantes, como la última en irrumpir en el escenario mundial, será una preocupación para los bancos centrales. Sin embargo, no desplazará al gran desafío que implica una inflación más sostenida en el tiempo.

Y esta inflación será agravada por ómicron. Ya los analistas esperan que provoque nuevas interrupciones en las cadenas de suministro, y, por tanto, una inflación más persistente en el tiempo.

El Covid-19 mantiene la capacidad de alterar la demanda y la oferta. También la de reflejarse en episodios de "risk-off" en los mercados financieros, reconoce el CIO de inversiones de Axa Investment Managers Chris Iggo.

Normalmente, las perturbaciones inesperadas tienden a plantear dudas sobre la capacidad de la economía mundial para mantener su ritmo de recuperación.

De cara a 2022, los inversores deben contemplar una serie de cuestiones sobre la trayectoria probable de la inflación: si los bancos centrales tendrán que hacer más de lo que ya está previsto, y cómo deberían adaptarse las carteras para protegerse contra un resultado peor”, explica la fuente.

El banco central chino endurece la política monetaria, dudas en el el BoE

Diciembre será un mes clave en las políticas monetarias de los bancos centrales, aunque ya se empiezan a ver los primeros movimientos. Van desde un endurecimiento por parte del Banco Central de China (PBOC) hasta las dudas del Banco de Inglaerra (BoE).

El primero ha señalado por sorpresa que recortará la cantidad de efectivo que los bancos deben mantener como reservas. Es segunda medida de este tipo este año, liberando 1,2 billones de yuanes en liquidez a largo plazo para reforzar la desaceleración del crecimiento económico en medio de los persistentes casos de coronavirus.

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De esta manera, reducirá el coeficiente de reservas obligatorias para los bancos en 50 puntos básicos a partir del 15 de diciembre. Este recorte se unirá al ya efectuado en julio y tiene como objetivo intensificar el apoyo a la economía, especialmente a las pequeñas empresas.

Entre tanto, las dudas asaltan al BoE. Calcula una inflación del 5 por ciento para 2022, pero no está claro que endurezca su política monetaria.

Ya en la anterior reunión, el banco central sorprendió al no subir tipos, a pesar de que el mercado descontaba que sería el primero de occidente en hacerlo.

Precisamante, el subgobernador del BoE, Ben Broadbent, señaló que aún no sabía si votaría a favor de mantener los tipos de interés o de subirlos en la reunión de diciembre, pero indicó que las previsiones del BoE mostraban la necesidad de aumentar los costes de los préstamos en el futuro.

“Voy a estas reuniones sin saber muy a menudo lo que voy a votar”. Sobre la nueva variante añadió que “la mejor manera de verlo es mirar nuestra última serie de previsiones, pensar en la economía, pensar en los datos que hemos tenido desde entonces”.

La reunión clave del BCE

El próximo 16 de diciembre tendrá lugar la reunión del Banco Central Europeo (BCE). El encuentro se produce cuando la inflación llega dispara al 4,9 por ciento en noviembre.

A los analistas les preocupa que juntos aumenten la posibilidad de un cambio "agresivo" para retirar el estímulo antes de lo que esperaban los inversores, lo que aumenta las probabilidades de una liquidación en los mercados de bonos gubernamentales de la eurozona.

"Sobre ómicron, está claro que mantendrá la inflación por más tiempo porque la interrupción de las cadenas de suministro durará más", dijo un miembro del consejo de gobierno del BCE.

Aunque se espera que el banco central anuncie en su reunión que detendrá la compra de nuevos bonos en marzo en el marco del programa de emergencia de 1,85 billones de euros lanzado en respuesta a la pandemia.

Los responsables políticos del BCE también podrían retrasar una decisión adicional sobre cuántos bonos más comprarían en 2022 hasta principios del próximo año.

El tono agresivo de la Fed

Finalmente, la Fed ha adoptado un tono más agresivo frente a la inflación. Su presidente, Jerome Powell, ha reconocido que será más persistente que lo inicialmente pensado.

Aún así, las fuentes consultadas consideran que la llegada de la variante ómicron de coronavirus añade más incertidumbre a la recuperación económica y retrasará un mes la subida de tipos prevista para junio de 2022.

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