Ideas para reposicionar las carteras de fondos

Este ejercicio, las carteras de fondos mirarán a los dividendos, incorporando también una parte defensiva

En el arranque del año, los inversores deben acometer el reposicionamiento de su cartera de fondos teniendo en cuenta que no se lograrán las mismas rentabilidades vividas el pasado año. “Se esperan menores rentabilidades en el año y habrá que ser mas selectivos”, reconoce Paula Mercado, analista de VDOS. La experta cree que el ejercicio estará marcado por la evolución de la inflación y del virus, que impactarán en el devenir de los mercados.

Para José María Luna, socio y fundador de Luna y Sevilla Asesores Patrimoniales, hay cuatro variables que determinarán el reposicionamiento de la cartera de fondos. “Uno va ser la volatilidad, léase como incertidumbre, generada por el Covid-19 y sus cepas, la inflación (si será transitoria o no), el tipo de crecimiento que van a experimentar las economías (robusto o no), y las tensiones geopolíticas y elecciones”.

¿Cuáles son los otros tres pilares que Luna cree que afectarán a la cartera? Uno será la normalización de las políticas monetarias y fiscales que serán algo menos acomodaticias, pero “no restrictivas” especifica Luna.

El tercer pilar sería el de transición en muchas facetas, “pasamos de una regionalización al regionalismo”, una “mayor digitalización” así como la transición de la sostenibilidad. Finalmente, el cuarto factor sería la integración de la sostenibilidad “que lo tiene en cuenta el ahorrador, pero también los asesores y las compañías”.

Sector financiero e infraestructuras

Estos factores son motivos suficientes para que se busquen fondos que tengan un componente value, fundamentalmente sectores como el financiero, que como indica Mercado se beneficiarán de unas políticas más restrictivas por parte de los bancos centrales. La primera subida de tipos de la Reserva Federal debería impactar positivamente en este tipo de fondos.

Los fondos de infraestructuras también deberían verse beneficiados. En ese sentido, Nicolás López, director de análisis de renta variable de Singular Bank, explica que “la demanda de infraestructuras está creciendo en todo el mundo, abarcando un amplio rango de actividades: antenas de telecomunicaciones, aeropuertos, autopistas, oleoductos, etc”.

Los proyectos de infraestructuras generalmente se planifican para varios años, incluso décadas. Los plazos largos, combinados con los contratos fijos, garantizan un flujo de caja relativamente estable y predecible para los operadores de infraestructura, en muchos casos con cláusulas de inflación.

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Dentro de los productos destaca el experto el iShares Global Infrastructure UCITS ETF, que pretende replicar la rentabilidad de un índice compuesto por compañías internacionales del sector de las infraestructuras de países tanto emergentes como desarrollados.

Se trata del índice de referencia es el FTSE Global Core Infrastructure Index. El fondo ofrece exposición a las infraestructuras a través de más de 200 compañías ampliamente diversificadas de todo el mundo.

Un entorno complicado en renta fija

En la parte de renta fija, Luna cree que el entorno va a ser muy complicado. Con la normalización de los tipos de interés, vamos a ver los de mercado repuntar “por lo que tenemos que apoyarnos en fondos de gestión de deuda con una inversión muy activa, muy flexible, huyendo de los largos plazos y apoyarse en los cortos”.

Habría que apoyarse en fondos que tuvieran bonos ligados a la inflación, bonos flotantes o bonos que apoyan los bancos centrales como MBS (Mortgage-backed security), uno sería Gam Star MBS Total Return, que invierten en bonos en titulizaciones hipotecarias que están apoyadas por la Reserva Federal, aconseja Luna.

Otra opción serían productos de deuda flexibles, como el Almirall sextant bond picking o fondos muy defensivos de renta fija como Dunas Valor Cauto, recomienda Luna.

En este escenario van a tener un papel muy importante los fondos de retorno absoluto, como el Pictet Atlas, o el Janus Henderson Horizon Paneuropean Absolut Return o un fondo que invierten en real state, el BMO Real State Market Neutral o el Elva Absolut Return Europe. “Estos fondos y los fondos que apoyan los bancos centrales deben ser la parte defensiva de la cartera”.

Fondos mixtos y renta variable

Más categorías, enumera Luna, para tener en cartera este 2022 serían los fondos mixtos, que pueden ofrecer una buena combinación entre value y growth. Ejemplos puede ser el Pictet Muti-Asset Global Opportunities, que es un fondo defensivo, que en 2021 se anotó una rentabilidad del 3,5 por ciento. Si hay fondos que incluyen oro en cartera podrían funcionar bien en épocas de volatilidad, insiste Luna.

En la parte de bolsa, Paula Mercado apuesta por fondos de salud y de tecnología, pero de tecnológicas con largo recorrido. Luna, en cambio, elige un fondo que tenga en cartera integración de digital, sostenibilidad y la problemática del envejecimiento de de la población, como es el Gropupama Fund World R Evoution.

Otra idea para tener en cartera serían los fondos de dividendo, ya que este año va a ser un año fundamental, especialmente si hay acciones financieras. Un ejemplo sería el DWS Top Dividende o el Fidelity Global Dividend.

Tampoco debería faltar en las carteras Europa por su componente cíclico y por las compañías que reparten dividendo: Gam Star Continental European Equity. Con exposición al Reino Unido destacaría el Liontrust Special Situation. Finalmente, con exposición a la sostenibilidad destacaría el Pictet Water, otro de Nordea y el Robeco Circular Economy.

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