La muerte de la Blackberry deja sin margen su cotización en bolsa
Blackberry ha puesto punto final a sus sistemas operativos móviles y da carpetazo a una época de éxito que dio paso a un declive inexorable
Blackberry puso fin a una era el pasado 4 de enero, momento en que el característico dispositivo negro de teclado manejable que se convirtió en un hit de ventas 2008 a 2013, así como en el distintivo favorito de Barack Obama, dejó de operar su sistema operativo propio.
Con un escueto comunicado, la compañía estadounidense terminó por fin con la vida tanto del software propio de Blackberry 10 como de los sistemas operativos Blackberry 7.1, Blackberry Playbook 2.1 y de las versiones anteriores de los mismos.
Con esta decisión, todos los dispositivos de Blackberry que no operaran un sistema operativo de Android — tan solo seis de la hasta ese momento amplia gama de productos de la compañía —, quedaron obsoletos y pasaron a convertirse en poco más que un pisapapeles vintage.
El hecho de que la gama de dispositivos Android de Blackberry siga en funcionamiento tras la muerte de su sistema operativo propio es poco consuelo, puesto que su fracaso en el mercado obligó a la empresa a rendirse a la evidencia de que el futuro no pasa por competir con Apple o Samsung.
Por ello, la compañía ha impulsado un cambio de dirección en el que se limitará a proporcionar software y servicios de seguridad inteligentes a empresas y gobiernos de todo el mundo.
El mercado, sin embargo, tampoco parece ver gran futuro en esta apuesta, y una muestra de ello es que el consenso de analistas otorga a sus acciones un precio objetivo de 8,35 dólares a 12 meses vista que, por un lado, va en línea con la trayectoria lateral de la empresa en los últimos meses, y por otro, supondría un recorte del 5,8 por ciento respecto a los 8,86 dólares en los que cotizaban a fecha de 10 de enero.
Una caída inexorable
"Se trata de una organización que en el año 2011 facturó 20.000 millones de dólares", recuerda el experto de la Universidad de Deusto, Álex Rayón, en su newsletter semanal.
"No hace falta contar la caída en 2021; en 2016 facturó 2.000 millones (un 10 por ciento de su pico)", añade.
En ese proceso, la cotización de Blackberry pasó de un máximo de casi 150 dólares por acción hasta los poco más de 8 dólares que ostenta actualmente.
Por el camino, no obstante, la empresa con sede en Canadá también ha vivido una recuperación significativa. Tras tocar fondo al caer a los 3,22 dólares en abril de 2020, protagonizó en diciembre del mismo año un ascenso meteórico hasta su nivel actual, gracias a un acuerdo con Amazon.
Desde entonces, sin embargo, los títulos de la empresa se han movido lateralmente, reflejando el sentimiento de un mercado que no ve que el nuevo camino de Blackberry tenga un potencial de crecimiento al que merezca hacer seguimiento.
Desde Morningstar, por ejemplo, señalaban en su actualización del 22 de diciembre que mantienen una estimación de valor razonable de 7 dólares, después de que la empresa presentara unos beneficios del tercer trimestre fiscal ligeramente por encima de sus expectativas y guiara los resultados del cuarto trimestre fiscal ligeramente por debajo de su anterior previsión.
El nuevo rumbo de Blackberry
Parte de la desconfianza en la nueva trayectoria de Blackberry proviene del hecho de que, en su búsqueda de una nueva identidad para su negocio, lucha con gigantes que incluyen a Microsoft o IBM.
Desde Bloomberg Intelligence señalan que el crecimiento de Blackberry puede seguir siendo bajo durante el primer trimestre del año fiscal de 2022, ya que "lucha por la cuota en el mercado de la seguridad contra rivales bien financiados".
"Los derechos de licencia de Blackberry, de gran margen, han bajado mucho este año por la venta pendiente de parte de su cartera de patentes, y se espera que la presión persista hasta que concluyan las negociaciones", explica el análisis de la división de investigación de Bloomberg.
Un resquicio al optimismo
A pesar de estas malas previsiones, el informe de Bloomberg Intelligence sí destaca que, en su pelea por ganar cuota de mercado frente a sus rivales, la capacidad para integrar la seguridad de empresas externas con su software de gestión unificada de puntos finales (UEM) en la plataforma Spark podría reportar nuevas ganancias a la empresa, aunque moderadas.
Otros productos que pueden contribuir al crecimiento de Blackberry son sus servicios QNX e IVY, que proporcionan plataformas de datos a los fabricantes de automóviles.
Sea como fuere que se desarrollen los siguientes pasos en la evolución de Blackberry, la realidad es que la compañía ha cerrado definitivamente su etapa como fabricante de dispositivos móviles y pelea ahora por hacerse un nuevo hueco en el mercado, poniendo punto final a una de las sensaciones tecnológicas globales de hace una década.