¿Puedo vender mi parte del piso si mi expareja se niega?
La venta de un inmueble puede dilatarse entre dos y cuatro años en caso de que las partes no lleguen a un acuerdo tras un divorcio
La venta de un piso tras la separación de una pareja puede conllevar una serie de inconvenientes debido a las discrepancias que pueden originarse, así como entre familiares que se repartan una herencia.
Con situaciones más complejas que puedan acabar incluso en los juzgados, las complicaciones crean una serie de dudas en torno a la venta de los inmuebles.
Por ello, desde el comparador financiero HelpMyCash.com proponen una serie de recomendaciones a tener en cuenta si surgieran incovenientes derivados de uno de estos procesos, que puede prolongarse en el tiempo dificultando por tanto la venta.
Desacuerdo entre las partes
El concepto de proindiviso, esto es, el derecho parcial de dos o más personas sobre la propiedad de una vivienda, puede ser "fácilmente divisible". "Si una pareja tiene en común un terreno de 500 hectáreas, en el divorcio cada uno se puede adjudicar la mitad y fin de la historia", apuntan los expertos del comparador financiero.
Si se trata de una sola vivienda, y existe desacuerdo entre las partes, cada una puede acudir por la vía judicial y hacer un procedimiento de división de la cosa común. "Si no hay conciliación, el proceso se alarga, y será necesario pedir al juez que ordene la venta de la casa en subasta pública, a un precio muy por debajo de su valor de mercado", señalan desde HelpMyCash.
La resolución, según apunta el grupo Hereda, despacho especializado en herencias, puede tardar entre dos y cuatro años en función de la comunidad autónoma, con gastos de honorarios y procurador , "entre otros".
¿Es posible evitar el juicio?
"Sí, en algunos casos la parte que quiere vender puede acudir a una de las tantas empresas que han proliferado en los últimos años en el mercado de compra de proindivisos", apuntan desde HelpMyCash.
Esta actuación se basa en la compra de partes de viviendas que pertenecen a varios copropietarios y que, "por motivos diversos", no llegan a un acuerdo de venta.
"Se amparan en el artículo 400 del Código Civil, que establece que nadie está obligado a permanecer en una copropiedad y, por tanto, puede vender libremente su parte",destacan desde el comparador.
La venta, solución rápida
El grupo Hereda, que también compra proindivisos a herederos en conflicto, señala que es la forma más "barata y beneficiosa" para la parte que quiere vender, ya que además de "evitar problemas y desacuerdos", se obtiene la garantía de la liquidez inmediata.
Sin embargo, todo tiene sus requisitos. "No es ventajoso del todo", señala HelpMyCash. A cambio de librarnos del problema, la mayoría de las empresas que comprar estos pisos lo hacen por un precio que, según un informe de la compañía Vendoinmueble.com, puede alcanzar entre el 20% y el 40% por debajo de su valor de mercado.
"Suele ser un requisito que la casa no tenga cargas hipotecarias o que no existan hijos en común", apuntan los expertos de HelpMyCash. En ese caso, la última palabra la tendría un juez.