Los depósitos se quedan al margen de las expectativas de subidas de tipos
La rentabilidad de los depósitos bancarios sigue anclada en el 0 por ciento
El BCE dejó las puertas abiertas para una subida de tipos antes de que acabe el año. El euríbor, el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas, recogió el guante y ha registrado una fuerte subida desde la rueda de prensa de Christine Lagarde. El siguiente paso ha sido, por parte de la banca, ha sido rebajar las hipotecas a tipo variable. La duda es ¿los depósitos serán los siguientes?
Al respecto, Estefanía González, portavoz de finanzas personales de Kelisto, anticipan que la rentabilidad de los productos de ahorro más conservador serán los últimos en trasladar el movimiento.
“Es complicado hacer una previsión, porque los tipos ni siquiera se han movido, a pesar de que las últimas palabras de Lagarde al respecto ya suponen un cambio frente al discurso mantenido hasta ahora por el BCE”.
“Tardará aún meses en verse de forma generalizada y siempre que la tendencia se consolide”, insiste Antonio Gallardo, experto financiero del comparador Banqmi.
En cualquier caso, los depósitos notarán el impacto más lentamente que las hipotecas y, muy probablemente, “no veremos movimientos de calado hasta que, como mínimo, el euríbor haya vuelto a positivo, cosa que no parece que vaya a ocurrir hasta el próximo año”, insisten desde Kelisto.
La rentabilidad de los depósitos anclada en el 0 por ciento
La rentabilidad de los depósitos está en mínimos desde hace años por varios motivos.
Por un lado, las recomendaciones del Banco de España, que puso fin a la guerra por el pasivo que mantenían las entidades, llegando a extratipos de hasta el 4 por ciento de rentabilidad.
En 2013 el organismo español estableció que los depósitos a más de 12 meses no podrían ofrecer una rentabilidad superior al 1,75 por ciento. Para plazos de entre 12 y dos años, las rentabilidades máximas que se podrían ofrecer eran del 2 por ciento.
Pero estas remuneraciones se vieron, además, golpeadas por el BCE cuando colocó en marzo de 2016 los tipos de interés en el cero por ciento.
De esta forma, la rentabilidad media de los depósitos se encuentra en el 0,04 por ciento, según el último dato publicado por el Banco de España.
Excepciones en el mundo de los depósitos y cuentas
Con todo, hay excepciones a las que el ahorrador puede acudir mientras espera que la rentabilidad de los depósitos y cuentas suban. Una de las excepciones en la Cuenta Nómina y No Nómina de Bankinter, que ofrecen una rentabilidad del 5 por ciento el primer año.
El objetivo de la entidad es captar clientes, que, asimismo, terminan aumentando la vinculación con la entidad. Para ello mantienen un extratipo de un 5 por ciento, como decíamos, pero está limitada tanto en tiempo (un 5 el primer año y un 2 por ciento, el segundo) y en cantidad. La oferta solo es aplicable para los primeros 5.000 euros.
Esta misma oferta la replica Openbank, pero con limitaciones, ya que la rentabilidad sólo se aplica para los primeros seis meses.
La banca extranjera también ofrece rentabilidades por encima de la media. Estos productos se pueden contratar a través de la plataforma Raisin, con rentabilidades que superan el 1 por ciento, pero siempre está condicionados a plazos largos de más de doce meses.
Las hipotecas sí que han reaccionado
La banca sí que ha empezado a trasladar la subida de tipos a las hipotecas. Con unas perspectivas de alza de tipos y euríbor al alza, el paso ha sido recortar los diferenciales de los créditos hipotecarios a tipo variable.
Las primeras entidades en reaccionar han sido BBVA y Bankinter. Esta última ha recortado el diferencial hasta el 0,85 por ciento, convirtiéndose en uno de los créditos más competitivos del momento. Por el contrario, también ha incrementado los precios de sus hipotecas a tipo fijo. A ello ha que añadir que mantienen tipos de salida alto, a un año, para dar tiempo a que la subida de tipos por parte del BCE, se haga efectiva.
Tradicionalmente, la banca reacciona a un euríbor alto con diferenciales más bajos y a tipo fijo con intereses de partida.