Grifols: beneficio hundido, acciones disparadas

Grifols protagoniza una espectacular escalada en bolsa a pesar de sus pésimos resultados de 2021

Grifols presentó el lunes por la mañana unos resultados para el 2021 que confirmaban su mal desempeño financiero durante el año pasado, en el que sus beneficios de 182,8 millones de euros marcaron un descenso del 70,4 por ciento respecto a los 618,5 millones de euros ganados en 2020.

El rendimiento bursátil de Grifols durante ese mismo lunes, sin embargo, sirvió para extender el rebote iniciado por las acciones de la empresa farmacéutica hace una semana, después de que la compañía tocara mínimos de hace casi una década el lunes 21 de febrero y proyectara, antes de esa fecha, la sombra de una ampliación de capital que la situaba en el precipicio

Las acciones de la cotizada en el IBEX 35 subieron el lunes casi un 8 por ciento hasta los 17 euros, extendiendo la subida de las últimas cinco jornadas de mercado hasta el 20 por ciento, partiendo del precio de 14,3 euros con el que abrió la sesión del martes 22 de febrero.

El mercado parece haber visto en esta presentación de resultados el fin del mal momento de Grifols, y los inversores han corrido para aprovechar las perspectivas de recuperación y crecimiento de una empresa que mira con ansiedad al esperado final de la pandemia, prometiendo ganancias significativas a quien apueste por ella en estos momentos.

Algunos expertos, sin embargo, mantienen la cautela ante el futuro de la farmacéutica catalana.

El suelo de Grifols sirve como colchoneta para sus acciones

"La situación de Grifols el año pasado, ante las dificultades de conseguir plasma para sus productos y por la pandemia, junto con sus obligaciones financieras, hicieron que fuera una de las peores cotizadas del índice durante 2021", recordaba el analista de XTB, Darío García.

El experto se refería tanto a la penitencia bursátil a la que sometieron los inversores a Grifols por su apuesta por comprar Biotest, dado que esta disparó sus niveles de deuda hasta las 5,4 veces, como a la imposibilidad de conseguir donaciones de plasma a la que hizo frente la empresa por culpa de las restricciones impuestas para combatir al coronavirus.

Este contexto provocó que Grifols iniciara 2021 en 23,82 euros y lo acabara en los 16,74 euros. Y tras dos meses de prolongación de este calvario, la presentación de sus resultados ha servido para que muchos dictaminen el fin del desplome de la empresa.

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"Ahora en 2022, la compañía considera en su presentación que una vez que se normalicen las donaciones de plasma, se espera que la situación operativa mejore sustancialmente debido a la adquisición de más de 50 nuevos centros de plasma que mejoren los ingresos y reduzcan el peso del coste financiero que acompaña a la cotizada desde hace varios años", explicaba García.

"Esta perspectiva positiva ofrecida por la compañía es el catalizador que ha llevado a su cotización a recuperar el nivel de los 16,5 euros por acción, tras el suelo de la semana pasada cercano a los 14 euros", añadía.

El analista de XTB consideraba, por tanto, que esta subida del 17,8 por ciento hasta ahora, "puede ser el suelo buscado por los inversores, aunque todavía quede muy lejos del objetivo que marca el cambio de tendencia, en los 20 euros por acción".

La prudencia ante el rebote prometido

La disección del pensamiento de los inversores que realizaba García podía observarse tanto en la reacción del mercado a estos resultados durante la mañana del lunes, como en las previsiones del consenso de analistas respecto al futuro de Grifols.

Después de que la compañía presentara sus cuentas, el precio objetivo a 12 meses vista extraído del promedio otorgado por el consenso de analistas se mantenía en torno a los 23,65 euros, con casas de inversión como Berenberg reiterando su apuesta alcista por Grifols, bajo la que estiman un precio objetivo de sus títulos de 28,8 euros y recomiendan comprar los mismos.

Otros analistas, sin embargo, mantenían la calma ante el anuncio de unos resultados que, además, fueron inferiores a lo inicialmente previsto.

Es el caso de Pedro Echeguren, de Bankinter, que contaba a finanzas.com que mantenía su recomendación neutral respecto a la empresa, marcando su precio objetivo en 17 euros.

Echeguren señalaba que el alto apalancamiento de Grifols la convierte en una apuesta arriesgada, a pesar de que su operativa pueda mejorar en una fase pospandemia.

Y lo es, mantenía el experto de Bankinter, porque el historial de la empresa es de gasto incluso con altos niveles de deuda, una circunstancia que ya señaló S&P al rebajar la calificación de la compañía a BB- por "realizar adquisiciones a través de deuda a pesar de sus difíciles condiciones operativas".

El mercado, por tanto, ha vuelto a dar una oportunidad a Grifols, pero queda tiempo para comprobar si su historia de recuperación se cumple.

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