El mercado ignora la jugada de IAG para amarrar Air Europa
Los analistas contemplan el crédito de IAG a Air Europa en clave defensiva, para quitarse de en medio la presión de Air France-KLM y ven negativa la salida de caja
Las acciones de International Consolidated Airlines Group (IAG) reaccionaron levemente al alza a la noticia de que el grupo se aseguró la exclusividad en las negociaciones por Air Europa, tras la concesión de un crédito convertible en acciones del holding de la familia Hidalgo por importe de 100 millones de euros.
La jugada fue vista por los analistas en clave defensiva, más por el deseo de frenar las ansias expansionistas de Air France-KLM, bloqueando la entrada del grupo francés y ganando tiempo para rematar la adquisición.
Pero tampoco hubo una rebaja del precio inicialmente acordado, ni detalles sobre la deuda de Air Europa o las sinergias que IAG espera conseguir en caso de hacerse finalmente con el holding de los Hidalgo.
Además, el mercado está muy concentrado en la subida del petróleo, el principal factor de riesgo para la remontada de las aerolíneas y pasó muy de puntillas por esta patada hacia delante en unas negociaciones que llevan abiertas más de tres años.
El movimiento defensivo de IAG
Tras dos años de pandemia y ahora con una guerra, los expertos consultados por finanzs.com explicaron que este no era el momento para meterse en una operación corporativa. Por eso, leyeron la jugada de IAG en clave defensiva.
“Es un movimiento defensivo de IAG, porque ahora mismo no se puede permitir abordar una operación como la de Air Europa”, dijo a finanzas.com José Lizán, gestor de Rreto Magnum Sicav.
“Financieramente hay mucha incertidumbre y sería hacer una transacción corporativa en un momento en el que tienes el negocio patas arriba, lo que resulta complicado”, añadió este experto.
En esta línea, Francisco Coll, economista y asesor para el Foro Mundial de Turismo, dijo a finanzas.com que se trata de “una respuesta a Air France-KLM que estaba decidida a lanzarse a por Air Europa”. En su opinión, refleja las intenciones de IAG de liderar el mercado tras una recuperación que este experto ve incipiente.
En cierta forma, añadió Lizán, a IAG “le da mucho miedo que las rutas de Air Europa las coja Air France-KLM, con lo que con esta fórmula queman poca caja y se garantizan el bloqueo de un tercero”.
Las derivadas negativas para IAG
A cambio de esta garantía, la matriz de Iberia tendrá que poner sobre la mesa 100 millones de euros, que se suman a los 75 millones que la aerolínea ya pagó en diciembre.
Para los analistas de Banco Sabadell, la noticia es “negativa” precisamente porque “continúa saliendo caja para la posible compra de Air Europa” y todavía no se ha alcanzado un acuerdo.
Además, “pondría encima de la mesa las dificultades financieras de Air Europa frente a los recientes comentarios del presidente de Globalia que podía seguir en solitario”, explicaron estos expertos.
Es más, la valoración de totalidad de Air Europa alcanzaría los 500 millones euros, justo la que se había acordado, sin ningún ahorro en el precio.
Pero entre el momento de la firma del primer acuerdo y la situación actual, el sector se ha enfrentado primero contra la variante ómicron de coronavirus y ahora con una guerra. De hecho, el precio que ahora no se ha tocado fue uno de los motivos que dio al traste con la operación.
Con todo, en Banco Sabadell opinaron que la salida de caja “no es significativa” (menos del 1 por ciento), más teniendo en cuenta el escenario de recuperación que esperan para el negocio.
El petróleo es el problema para IAG y el sector
También es cierto que el verdadero problema que afrontan las aerolíneas es la subida del petróleo provocada por la guerra. “Ahora los inversores están “pendientes” de la evolución de la crisis bélica”, dijo a finanzas.com Diego Morín, analista de IG.
Sin ir más lejos, los analistas de Exane BNP Paribas anunciaron este viernes un recorte del precio objetivo de 11 aerolíneas, entre ellas IAG, Lufthansa, Easyjet, Ryanair o Air France-KLM.
De acuerdo con estos expertos, el sector podría verse afectado por el aumento de los costes de la energía y el menor gasto de los consumidores en medio de la guerra en Ucrania y el mayor riesgo de deflación.