El último PIB deja a España a 5 minutos de la estanflación

La estanflación es un riesgo cada vez más cercano. Así lo indica el último dato conocido de PIB, según el cual la economía española creció un 0,3 por ciento, por debajo del 0,6 previsto.

Este dato del INE evidencia un frenazo en la economía española, que había logrado crecer a ritmos superiores al 2 por ciento durante los dos últimos trimestres del año 2021.

Se produce principalmente por el desplome del consumo de los hogares, que entre enero y marzo experimentó un descenso del 3,7 por ciento, frente al aumento del 1,5 por ciento entre octubre y diciembre.

El Gobierno rebajó el viernes en 2,7 puntos su previsión de PIB para este año. Pasa del 7 por ciento inicial al 4,3 por ciento anunciado por la vicepresidenta Calviño.

Además, este adelanto de la Contabilidad Nacional es especialmente alarmante si se considera que se produce en un momento en el que la inflación está disparada.

Tal y como refleja el último dato del IPC, el incremento interanual de los precios se situó en el 8,4 por ciento en abril (por debajo del dato de marzo, en el 9,4 por ciento pero, aun así, muy elevado).

España superará la barrera del 4 por ciento de inflación subyacente en abril, de acuerdo con las mismas cifras avanzadas. La revista Inversión pronostica un IPC medio del 7,1 por ciento para 2022.

La estanflación no hace prisioneros

La combinación de estancamiento del crecimiento e inflación elevada es lo que en economía se conoce como estanflación, un fenómeno especialmente preocupante por su efecto devastador sobre las economías y los mercados.

Como apunta el profesor de economía y empresa de la Universidad Europea, José Manuel Corrales, todas las actividades económicas y de servicios se ven afectadas en un escenario de estanflación.

"Todo esto repercute negativamente en la pérdida de poder adquisitivo, con un aumento de la carestía de la vida y una ralentización de la demanda y el consumo", añade Corrales.

En el caso de las inversiones, un estudio de MSCI estima que una cartera diversificada, compuesta de acciones de todo el mundo, bonos y activos inmobiliarios podría sufrir un retroceso del 13 por ciento si la escalada del petróleo confirma la llegada de la estanflación.

"La estanflación es súper complicada".

"Es como el ogro para los que trabajamos en esto, porque es la situación más mala que puede haber, totalmente fatalista”, explica Paco Palomino, asesor de inversiones en Renta 4, con más de 20 años de experiencia aconsejando a clientes de altos patrimonios y bancas privadas.

La estanflación también amenaza a otros países de la zona del euro

Pero esta situación no solo afecta a España, sino que otros países europeos bordean la estanflación también.

Es el caso de Francia, que el viernes publicó unos datos de PIB que reflejan un estancamiento de su economía (frente a una expansión del 0,3 por ciento que esperaba el mercado y después de un crecimiento del 0,8 por ciento en el trimestre anterior).

Como en España, el principal responsable de esta situación fue el consumo de los hogares, que se contrajo en medio del aumento del coste de la energía y el empeoramiento de la cadena de suministro debido a la guerra en Ucrania. 

También en Francia este estancamiento de la economía se da mezclado con un incremento de la inflación; que se aceleró al 4,8 por ciento en abril de 2022, la más alta desde octubre de 1985, superando las previsiones del mercado, en el 4,5 por ciento.

En este contexto, el mercado se está poniendo en lo peor. "Con un estancamiento en el crecimiento y un aumento de la inflación, verde y en botella, estanflación", escribe Sergio Ávila, de IG Markets.

Italia registra crecimiento negativo en el primer trimestre

Más allá de Francia, la situación se repite. En Italia las cosas van aún peor, pues la economía se contrajo un 0,2 por ciento en el primer trimestre de 2022, la primera contracción desde finales de 2020.

También en el conjunto de la zona del euro el crecimiento se ralentiza al 0,2 por ciento en el primer trimestre del año, desde el 0,3 por ciento del trimestre anterior.

Al mismo tiempo, la inflación se extiende y ya alcanza el récord del 7,5 por ciento en la zona del euro (3,5 por ciento en el caso de la inflación subyacente), según los datos de abril publicados este viernes por Eurostat, la oficina estadísitca de la Unión Europea.

"El riesgo de estanflación aumenta en Europa, el crecimiento económico se estanca, mientras aumenta la inflación", insiste Morín al respecto.

Otro problema añadido es que la estanflación dificulta la acción de los bancos centrales, que se encuentran entre la espada y la pared: luchar contra la inflación endureciendo la política monetaria o estimular la economía flexibilizándola.

"Es evidente que, si la inflación no mejora, habrá que ser más drástico en política monetaria, y eso podría traducirse en un cuadro de cierta estanflación en unos meses vista", advierte en ese sentido Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía.

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