Los jubilados reciben en sus pensiones más de lo que cotizaron
Los pensionistas cobran entre un 40% y un 74% más de lo que cotizaron. Los expertos alertan de su impacto en la sostenibilidad del sistema de pensiones
Organismos internacionales como el FMI o la OCDE no se cansan de repetir que las pensiones en España son “muy generosas”, y las cifras les dan la razón.
Nuestro sistema público de pensiones da mucho más a los jubilados de lo que cotizaron a la Seguridad Social en su vida laboral y este déficit actuarial atenta contra la sostenibilidad del sistema.
Según datos del Banco de España, el desequilibrio entre lo cotizado y lo recibido valorado en términos actuariales comparables hace que los jubilados cobren de media más del 74 por ciento respecto a lo cotizado.
Mientras que el Instituto de Actuarios Españoles, siguiendo una metodología distinta, lo establece en el 60 por ciento y Rafael Doménech , responsable de análisis económico de BBVA Researh, lo sitúa en el 40 por ciento.
"La realidad es que los actuales jubilados cobran mucho más de lo que cotizaron", reconoce Miguel Ángel Menéndez, director del área de Wealth de Mercer España.
Este desequilibrio se produce, a juicio de Enrique Devesa, profesor de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE, porque en España la fórmula para el cálculo de la pensión inicial de jubilación no tiene en cuenta ni las cotizaciones efectuadas ni ningún elemento actuarial, por ello, “sería mucha casualidad que la actual fórmula diera lugar a pensiones equivalentes a lo aportado".
Diferencia entre colectivos
El desfase entre lo cotizado y la pensión recibida varía entre los diferentes colectivos. Así, los autónomos son el grupo más beneficiado por este desequilibrio.
Algunos estudios hablan de que con lo cotizado por los trabajadores por cuenta propia apenas se podrían pagar las pensiones de 11 años.
Miguel Ángel Menéndez atribuye este desequilibrio al aumento de la esperanza de vida: “Si los ingresos por cotizaciones no crecen, las carreras de cotización son cada vez más cortas y aumenta el número de años desde que nos jubilamos hasta que fallecemos, el desequilibrio es evidente".
Para corregirlo, Rafael Doménech da dos opciones o trabajar más años retrasando la edad de jubilación o cobrar pensiones más bajas.
Acabar con el déficit actuarial
Los expertos inciden en la necesidad de acabar con este desequilibrio que nuestro sistema público de pensiones no se puede permitir, y más teniendo en cuenta la diferencia entre ingresos y gastos que soporta.
En 2021, los ingresos en pensiones a través de cotizaciones a la Seguridad Social fueron de 131.900 millones de euros, mientras que las prestaciones alcanzaron los 173.814 millones, un 5,9 por ciento más que en el mismo periodo de 2020.
Para acabar con el déficit actuarial es necesaria una reforma urgente debido a que ningún país puede mantenerlo sostenido en el tiempo, argumenta Menéndez.
Dice que Estado debe activar de manera urgente mecanismos para solventar este déficit sistemático. "De otra manera tendremos que financiar ese déficit vía impuestos o con más deuda pública, incumpliendo los niveles acordados con la Unión Europea".
Devesa también cree que eliminarlo mejoraría la contributividad del sistema y la sostenibilidad financiera, pero “dado que el sistema español es de reparto, podría seguir apareciendo déficit de caja, si bien sería más fácil de controlar".
Una forma de eliminarlo sería mediante reformas estructurales, entre las que el investigador del IVIE destaca pasar del actual sistema a uno de Cuentas Nocionales, ya que “todo lo que se haga que no vaya en esta dirección será un parche y no podrá conseguir que todos los participantes en el sistema consigan la equivalencia actuarial".
Los expertos coinciden en que el sistema de cuentas nocionales individuales es una buena estrategia para asegurar la sostenibilidad del sistema, aumentar su contributividad, equidad, transparencia y suficiencia, eliminar incertidumbres y reducir las distorsiones sobre el sistema productivo.
Aumentar ingresos y reducir gastos
El objetivo de las medidas que se tomen debe ser incrementar los ingresos a la Seguridad Social y disminuir los gastos en pensiones, apunta Menéndez.
La forma de incrementar los ingresos sería, en su opinión, aumentando la población activa y las cotizaciones a la Seguridad Social, como ya se ha hecho recientemente con el mecanismo de equidad intergeneracional. Pero "las cotizaciones de las empresas españolas comparadas con las de otros países ya son altas, por lo que poco recorrido nos queda en ese aspecto", señala.
Respecto a la reducción de costes propone incluir un factor de sostenibilidad que ajuste el importe de las pensiones a la esperanza de vida, como el que se formuló en la reforma de las pensiones de 2013.
Otra medida que propone es acercar la edad real de jubilación a la edad legal, objetivo que integra la primera parte de la reforma de las pensiones.
Afirma que “con ello se conseguiría retrasar la edad real de jubilación con el objetivo de aumentar el periodo de años de cotización y reducir el de cobro de prestaciones”.