El Ibex-35 salva otra vez los 9.000 y cierra con una subida del 0,21%
Avances discretos y generalizados en Europa mientras los inversores evalúan el impacto de la guerra comercial en los datos económicos y las tecnológicas americanas sufren porque el Gobierno americano estaría considerando investigarlas.
Al igual que el viernes, el selectivo español ha logrado salvar hoy la cota de los 9.000 puntos. Al cierre, el índice daba un último cambio en los 9.022,8 puntos, lo que suponía un ligero avance del 0,21%. En la apertura tocó mínimos en los 8.900 puntos. Poco a poco fue recuperando posiciones. El índice no pierde los 9.000 a precios de cierre desde el mes de febrero.
Sólo un indicador europeo cerró en rojo: el PSI-20 de Lisboa, que se dejó un 1,16%. En verde, los mejores fueron el Cac 40 francés, que sumó un 0,65%, y el Dax alemán, que ganó un 0,56%. El Ftse Mib de Milán y el Ftse 100 británico sumaron alrededor de un 0,35%.
En el selectivo español, Acciona y Siemens Gamesa fueron los valores más rentables, con ganancias de un 2,14% y de un 2,04%, respectivamente. Después se colocó Grifols, que sumó un 1,91%. Inditex, Cie Automotive, Iberdrola y Aena sumaron más de un punto porcentual. Entre los grandes valores, también ascensos para Telefónica (0,24%) y para Repsol (0,17%).
En rojo, Mediaset y Bankia fueron los peores, con pérdidas de un 2,39% cada uno. Ence bajó también más de un 2%, mientras que Viscofán retrocedió un 1,94%.
En EE.UU., más atentos a la tecnología que a los malos datos industriales
En Wall Street, el Dow Jones y el S&P 500, al cierre de la sesión europea, se anotaban alrededor de un 0,20%. Mientras, el Nasdaq registraba una caída del 0,5%. Los descensos en el índice tecnológico se debían a que, según informaciones de Bloomberg, el Departamento de Justicia vigilará los negocios de las compañías del sector para detectar posibles prácticas contra la competencia. En particular, el Gobierno americano estaría preparando la apertura de una investigación "antitrust" contra Google. Su matriz, Alphabet (-6%), sufría su mayor caída desde abril. Y también Facebook (-3,75%) y Amazon (-3%) registraban fuertes recortes.
Ésta no era la única mala noticia que se cernía sobre el mercado americano. Además, se conoció el índice de actividad del sector industrial, que cayó a su nivel más bajo desde octubre de 2016. El mercado se lo tomó como un síntoma de que la guerra comercial entre China y Estados Unidos se está dejando sentir sobre la economía. También están sufriendo los indicadores de China y de Corea del Sur, que han caído por debajo del nivel de los 50 puntos, lo que implica que han entrado en fase contractiva. El índice global del sector industrial que elabora JP Morgan cayó hasta los 49,8 puntos en mayo, su nivel más bajo desde mediados de 2016.
También se ha publicado esta referencia en Europa. En la zona euro, el dato final para mayo se ha colocado en los 47,7 puntos, y en Alemania, en los 44,3 puntos. En España, aguanta levemente por encima de los 50 puntos, en los 50,1 puntos, aunque por debajo de lo esperado (51,3 puntos).
Los bonos, deprimidos, descontando recesión
Con estas referencias, los tipos de los bonos se mantenían muy deprimidos: el interés del título americano a diez años rondaba el 2,12%, mínimos desde agosto de 2017; el de su comparable alemán se mantenía en el entorno del -0,20%, mínimos históricos.
Los futuros de los tipos de la Fed pronostican a día de hoy que podría haber dos bajadas del precio del dinero este año.
La lectura que hace el mercado con este comportamiento sobre todo del mercado de deuda (aunque también de las Bolsas, que cerraron el viernes su peor mes de este 2019) es que aumenta el riesgo de recesión. De acuerdo con Morgan Stanley, podría comenzar una recesión global en un plazo de nueve meses si Estados Unidos establece un arancel del 25% sobre otros 300.000 millones de dólares en importaciones chinas y el Gobierno de Pekín toma represalias. De acuerdo con JP Morgan, la probabilidad de una recesión en Estados Unidos en la segunda mitad del año ha aumentado hasta el 40% desde el 25% de hace un mes.
El dinero fluía también hacia el oro. Al cierre de la sesión europea, el precio de la onza encadenaba su cuarta sesión consecutiva de ascensos, hasta los 1.318 dólares, máximos desde febrero.
En el petróleo, caídas. El barril de Brent, de referencia en Europa, retrocedía un 4,64%, su mayor descenso desde diciembre, hasta los 61,50 dólares, mínimos desde febrero, tras haber caído casi un 5% la semana pasada. Evolución más discreta en el West Texas, que se dejaba un 0,3%, hasta los 53,35 dólares.