CAF reactiva su potencial en licitaciones
El fabricante de trenes vuelve acumular pedidos antes del cierre de curso y cumple con el retorno de negocio que esperaba el consenso y la propia compañía
Las recientes licitaciones logradas por Construcciones y Auxiliares de Ferrocarriles (CAF) son la bombona de oxígeno que el mercado contemplaba antes de la conclusión del año para constatar una vuelta a la normalidad productiva de la compañía.
El contrato con Mitsubishi por más de 500 millones de euros y su inclusión dentro del proyecto para el tren de hidrógeno de la Unión Europea son las dos últimas muestras de la capacidad de adjudicación de proyectos por parte de la empresa vasca.
La adjudicación de Mitsubishi no solo incluye la construcción de trenes y mejoras de infraestructuras, sino también afianzarse dentro del mercado asiático donde ya tenía presencia en China, Taiwán, India y, ahora, Japón y Birmania.
Respecto al tren europeo, el FCH2Rail, la Comisión Europa estima una duración de cuatro años para un contrato de 14 millones de euros avalado por los nuevos fondos europeos por la pandemia.
CAF registra fuertes retrasos en las licitaciones
La compañía sufrió los estragos de la paralización económica a causa del coronavirus y es que en los nueve primeros meses del año acumuló una contratación de 835 millones de euros frente a los 2.996 millones de un año antes.
Pese a ello, la compañía mantiene la confianza y se muestra optimista respecto a la cartera de proyectos ferroviarios para el próximo ejercicio.
De cumplirse las estimaciones, la recuperación de pedidos supondría para CAF el optar a una recuperación en forma de V puesto que sus proyectos tienen una media de tres a cuatro años con servicios de mantenimiento de unos diez años.
La ejecución de proyectos se acerca a los 9.500 millones de euros y de ellos, según las guías ofrecidas por la compañía, 2.460 millones se cerrarían este curso por lo que los resultados anuales de 2020 deberían reflejar esta proyección.
Los títulos suben un 45% desde mínimos
Este escenario dibujado por la compañía y el consenso del mercado, pues el 80% de los analistas recomienda tomar posiciones en el valor y el 20% restante mantenerlas, comienza a quedar reflejada en la cotización.
Los títulos de CAF llegaron a perder más de un 30% en el año por el golpe de la pandemia al negocio y unos inversores que optaron por retirar posiciones al situarse el valor en zona de máximos históricos a pocas semanas de la explosión de la pandemia.
Tras los mínimos anuales de marzo, el valor sube un 45% y reduce sus pérdidas anuales al 10% cotizando sobre los 36,65 euros, lejos de los máximos anuales de los 43,95 euros.
¿Castigo injustificado o PER desmedido?
La analista de Bankinter Aránzazu Cortina no duda en calificar las últimas noticias sobre CAF como “muy positivas” y que ponen en valor la capacidad de lograr contratos en un año donde las licitaciones han sufrido paralizaciones y graves retrasos.
El analista de Renta 4 Banco César Sánchez-Grande asegura que el castigo que ha recibido el valor está “injustificado” y este hecho por sí solo, más las previsiones de negocio, hacen cotizar al valor “con un fuerte descuento comparado con sus principales competidores y con sus múltiplos históricos”.
En cambio, el analista de IG España Sergio Ávila apunta que cotizar con un PER tan elevado, de 600 veces, comparado con la media del sector, de 20 veces, no es una buena señal y hace mostrar cautela sin olvidar que la deuda es “muy elevada” al corresponder a un 214% de sus fondos propios, según los datos de IG.