Qué hacer con las compañías que pueden entrar o salir del Ibex-35
Los inversores pueden aprovechar los movimientos, pero los analistas discrepan sobre los valores que pueden cambiar de lugar y sobre la reacción bursátil
Las estrategias para tratar de ganar dinero en los mercados son múltiples. Porque no sólo de los fundamentales o del análisis técnico vive el bolsero. Los inversores suelen tener en mente las fechas en las que se publican los resultados empresariales o datos económicos relevantes o cuando se celebran las reuniones de los bancos centrales y toman decisiones tratando de anticiparse a los acontecimientos. También pueden incluir como evento al que prestar atención la cita que marca el comité asesor técnico del Ibex-35 para cambiar la composición del índice, que suele celebrarse, en convocatoria ordinaria, en junio y en diciembre. Y la próxima reunión está muy cerca: será el 13 de junio. Aún quedan unas pocas sesiones para poder posicionarse con vistas a esa fecha.
El ahorrador interesado ya cuenta con los análisis y previsiones de las firmas especializadas. Así, por ejemplo, desde Renta 4, Natalia Aguirre explica en un reciente informe que MásMóvil es una clara candidata a entrar en el selectivo, «al acumular un volumen en el periodo de cómputo entre un 20% y un 25% superior al de otros valores como Técnicas Reunidas, Indra o Viscofán, que ocupan la parte baja de la tabla y son susceptibles de dejarle su plaza a la operadora de telecomunicaciones».
Los analistas de Banco Sabadell ven más posibles cambios: además de apuntar la probable entrada de MasMóvil en el Ibex-35, señalan como candidatos a Applus y Sacyr a incorporarse y dejan caer también los nombres de Almirall y de Gestamp, o de OHL, con el argumento en este último caso, de su volumen negociado, dado que por tamaño no cumpliría los requisitos para ser un componente del Ibex-35. Como posibles víctimas de la exclusión del selectivo, además de los ya mencionados, apuntan el caso Ence, debido a su pequeño tamaño, y a pesar de que su volumen negociado es muy elevado.
Todo ello porque son dos los criterios que usa el comité asesor técnico del Ibex-35 para tomar sus decisiones: el volumen negociado, de media, en los seis meses anteriores a la reunión, y la capitalización o la ponderación en el Ibex-35, que debe ser, como mínimo de un 0,30%.
Sacar partido a los cambios
Pero, ¿cómo se puede aprovechar el inversor? Nicolás López, de MG Valores, advierte en primer lugar de que posicionarse con vistas a la decisión del comité asesor del selectivo con las pistas de las firmas de análisis es una estrategia especulativa con riesgo, sobre todo en un entorno en el que el mercado en su conjunto está bastante débil y volátil.
A ello hay que sumar que los analistas discrepan sobre cuál es el efecto en las cotizaciones de los valores que entran y que salen del Ibex-35. Por ejemplo, Pablo Fernández de Mosteyrín, de Renta 4, explica que tendría sentido comprar acciones de las compañías que se prevé que van a entrar en el índice, como MasMóvil, y vender las que pueden ser excluidas, debido a que la gestión pasiva, fondos y ETF's ligados a la composición del Ibex-35 tendrán que comprar los nuevos componentes del selectivo y, a cambio, desinvertir en los que salgan, operaciones que potencialmente pueden generar movimientos en las cotizaciones.
Pero Antonio Aspas, de Buy & Hold, señala que, estadísticamente, las compañías que entran en el selectivo, en los meses siguientes a su incorporación, lo suelen hacer peor en Bolsa que las que son excluidas. Y ello, dice Aspas, tiene su explicación: en parte, las empresas que son elegidas para formar parte del indicador lo logran por su buen hacer previo, mientras que las que salen del club privilegiado de la Bolsa española lo hacen por su mal desempeño bursátil en el periodo inmediatamente anterior a la reunión. En esta línea, Gonzalo Sánchez, de Gesconsult, apunta que normalmente los valores que van a entrar en el Ibex-35 suben antes de que se produzca la noticia, con los rumores, y, cuando éstos se confirman, caen. Y menciona algún ejemplo, como el de Amadeus (cuando entró en el Eurostoxx 50) o el de Merlín Properties, cuando se incorporó en el Ibex-35. De acuerdo con Aspas, el crecimiento de la gestión pasiva no está provocando que la estadística esté variando mucho recientemente. Además, hay que tener en cuenta que igual que fondos pasivos especializados en las compañías del Ibex-35, también los hay, aunque menos, vinculados a las pequeñas y medianas empresas.
Dadas las discrepancias de los analistas respecto a las consecuencias que en las cotizaciones puede tener la decisión que tome el comité asesor, lo mejor es tener en cuenta también los fundamentales de las empresas, es decir, sus perspectivas.
Qué dicen los fundamentales
Pablo Fernández de Mosteyrín afirma que en su firma MasMóvil gusta. En un informe, ponen de manifiesto que la compañía ha sido líder en portabilidades de forma ininterrumpida en todos los trimestres desde principios de 2017 y que en los nueve primeros meses de 2018 logró el 72% de los nuevos clientes del mercado de telefonía móvil. El crecimiento del cuarto operador español y sus buenas perspectivas hacen que le calcule un precio objetivo de 27 euros por acción desde los 20 a los que ahora cotiza. Gonzalo Sánchez también apuesta por este valor: «Está interpretando muy bien lo que va a ser el negocio en el futuro y ello se demuestra en su estructura de costes y en su incremento de la red». Para Nicolás López, la operadora es un valor «relativamente defensivo», «aunque no es Telefónica, porque tiene más riesgos y una valoración más exigente». Precisamente en la valoración se fija Aspas: sus múltiplos recogen una expectativa de mucho crecimiento y tiene que cumplirla para sostener su cotización, por eso señala que es un valor con riesgo.
En cuanto a otras compañías que también pueden entrar en el indicador, Nicolás López comenta que tanto Applus como Almirall podrían considerarse defensivas y, ambas, además, enfocadas para el largo plazo, a dos o tres años vista. Aspas señala que si bien ambos valores son conservadores, también destaca que Applus sufre con la caída del precio del crudo, debido a que parte de su negocio está ligado a la industria petrolífera, mientras que en el caso de Almirall apunta que cotiza a múltiplos exigentes. En lo que hay coincidencia es en que Gestamp está castigada por su pertenencia al sector del automóvil, ahora en el ojo del huracán por la guerra comercial y, por ejemplo, a Aspas le gusta más Cie Automotive.
¿Qué opinan los analistas sobre las empresas que pueden salir del índice? López dice que, entre ellas, de la que saldría sería de Ence, aunque ya ha caído mucho; mientras que se quedaría con Indra: valora tanto su precio atractivo como el hecho de que, con el nuevo equipo gestor se haya asentado la recuperación. Sobre Técnicas Reunidas apunta que es vulnerable a la caída del crudo y a la crisis de Oriente Medio. Para Aspas, esta última se enfrenta al riesgo de que cualquier pequeño problema puede ser fatal, puesto que trabaja con muy bajos márgenes. También en esta cuestión está el problema de Viscofán, que podría mejorar si hubiera movimientos de concentración en el sector. Sánchez concluye apuntando que, en general, todas ellas son buenas compañías que están atravesando una coyuntura difícil. Y quizás a alguna ello le lleve a salir del selectivo.