De hipotecas a ahorros: 4 claves para reorganizar las finanzas tras la subida de tipos de interés
Las familias aún están a tiempo de reorganizar sus finanzas para mitigar el impacto de la mayor subida de tipos de interés establecida por el BCE en 2 décadas. Estas son las 4 claves necesarias
El Banco Central Europeo (BCE) subió el jueves los tipos de interés el 0,50 por ciento. Es el doble de lo que había anunciado y la primera subida en 11 años. También fue la de mayor importe en 22 años. A pesar de los récords, podría no ser la última. ¿El objetivo? Contener una inflación desbocada.
Pero ¿cómo va afecta la subida de los tipos de interés a los españoles?
“Los principales perjudicados serán quienes hayan firmado una hipoteca variable, que ahora les va a costar más dinero devolver su préstamo. También lo notarán los que quieran comprar una vivienda, porque les va a costar más conseguir una hipoteca y los que quieran vender su casa, ya que la compraventa de inmuebles podría desacelerarse. Los más beneficiados, los ahorradores, quienes podrán mitigar de alguna manera la inflación”, explican los expertos del comparador de productos financieros Helpmycash.
A continuación, los expertos del comparador detallan punto por punto qué pasará con las hipotecas, los préstamos, el sector inmobiliario y los ahorros.
Hipotecas más caras
La subida de los tipos de interés disparará el euríbor. A día de hoy, el valor provisional mensual del euríbor a 12 meses es el más alto desde julio de 2012 (0,959 por ciento).
La previsión de la mayoría de los expertos es que este índice cerrará este año cerca del 1,50 por ciento y que se acercará o superará el 2 por ciento en 2023. Sin embargo, en este entorno, no parece descabellado que se llegue al 2 por ciento en los próximos seis meses, subrayan desde HelpMyCash.
Ese aumento del euríbor afectará a las hipotecas variables, cuyo interés se calcula con este índice. Las familias que tengan firmado uno de estos productos pagarán unas cuotas más caras en cuanto se actualice su interés (suele revisarse cada seis o 12 meses).
Si los tipos suben más y el euríbor sigue su tendencia al alza, estas hipotecas serán cada vez más caras. Y si las familias tienen que dedicar más dinero para pagar su casa, tendrán menos para gastar y, por tanto, se ralentizará el consumo.
¿Y qué ocurre con las hipotecas fijas? Los que ya tengan una, seguirán pagando lo mismo. Es la ventaja de estos préstamos.
Pero los que quieran contratar una ahora tendrán que aceptar unos precios más elevados. Los bancos quieren incentivar la contratación de las variables, por lo que están subiendo el interés de las fijas.
Según Helpmycash, lo más probable es que los tipos fijos superen el 2,5 por ciento o el 3 por ciento dentro de unos meses y que desaparezcan del mapa los intereses de en torno al 2 por ciento que aún ofrecen algunas entidades. Por ello, si una persona tiene planeado contratar una hipoteca fija, es aconsejable que cierre cuanto antes la operación.
En general, endeudarse será más caro y eso afecta también a los préstamos personales, aunque probablemente el interés de los créditos suba poco a poco y el impacto sea menor que en las hipotecas.
Más requisitos para lograr una hipoteca
A partir de ahora, como hipotecarse será más caro, conseguir la aprobación del banco también será más difícil. Además, si finalmente Europa entra en recesión, las tasas de desempleo podrían aumentar y ningún banco quiere correr el riesgo de concederle una hipoteca o un préstamo personal a alguien que se vaya a quedar en el paro.
Por eso, durante los próximos meses los bancos van a mirar con lupa la situación laboral de los que pidan una hipoteca o un crédito y puede que pongan trabas a aquellos que trabajan en los sectores más vulnerables a las crisis.
La subida de los tipos tendrá otro efecto sobre las hipotecas: lo más probable es que cada vez veamos menos préstamos que financien más de un 80 por ciento del valor de compra de una vivienda.
La dirección del mercado inmobiliario influye en la concesión de hipotecas y en el importe que están dispuestos a dar los bancos en relación con el valor de tasación. Si un banco financia el 100 por ciento de una compraventa y dentro de un año la vivienda vale un 15 por ciento menos, la entidad se encontrará con que el bien hipotecado no cubre la deuda.
En un escenario de precios al alza, si un cliente no puede pagar su hipoteca, tiene la opción de vender su casa y, con el dinero que obtenga, cancelar el préstamo. Pero si la tendencia es a la baja e intenta vender su inmueble, lo que gane no le llegará para pagar la hipoteca y le seguirá debiendo dinero al banco.
¿Mal momento para vender un inmueble?
Está por ver si esta bajada de precios de las viviendas se materializa. Si los requisitos para conseguir una hipoteca se endurecen y los préstamos son más caros, se firmarán menos hipotecas, lo que provocará que se compren menos viviendas. Y esto, a su vez, puede llevar a los vendedores a reducir los precios.
Sin embargo, si los inmuebles de obra nueva se siguen encareciendo por los altos costes de construcción provocados por la guerra en Ucrania, la bajada de precios podría retrasarse. De hecho, según varias inmobiliarias consultadas, no se espera, al menos por ahora, que se reduzca el precio de la vivienda.
Por otra parte, si la demanda se reduce, el tiempo medio de venta de una vivienda podría alargarse durante los próximos meses.
En cualquier caso, debido a la incertidumbre actual, frente a la pregunta de si conviene vender ahora o esperar, la respuesta es que este es un buen momento, porque la demanda aún está activa y se pueden conseguir hipotecas atractivas todavía.
¿La subida de tipos es una buena noticia para los ahorradores?
Una subida de los tipos de interés debería provocar un incremento de la rentabilidad de los productos de ahorro (depósitos y cuentas).
De hecho, durante las últimas semanas varios bancos ya se han adelantado y han mejorado la rentabilidad que pagan por los ahorros. Sin embargo, no todos van a seguir la misma estrategia: los que necesiten liquidez o quieran captar clientes van a ser los primeros en subir el interés de sus depósitos, mientras que los grandes bancos van a tardar más en hacerlo.
Por eso, es probable que las subidas no ocurran al mismo tiempo ni de manera inmediata.
Es cierto que, con la inflación actual, un depósito a un año al 1,45 por ciento TAE, que es una de las mejores rentabilidades que se pueden conseguir ahora, se queda corto.
“Aunque parece que es poca rentabilidad, es mucho más de lo que se podía conseguir hace unos meses y es una forma de mitigar los efectos de la inflación”, explica Laurent Amar, consejero delegado de Helpmycash. Además, desde el comparador recomiendan estar atentos a las continuas subidas de rentabilidad que se pueden consultar desde su web.
En el contexto actual, los especialistas del comprador resaltan que no es recomendable contratar depósitos a largo plazo porque, probablemente, los tipos sigan subiendo y las rentabilidades de los productos de ahorro vayan aumentando.
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