El temor a la recesión frena al euríbor pero la presión sobre las hipotecas sigue

El euríbor, el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas, también se ha contagiado del miedo de recesión.

Arranca agosto mostrando cierta moderación. Así, en los cinco días primeros días del mes, la media mensual es del 0,973 por ciento, lo que supone 20 milésimas menos que el cierre de julio, cuando se situó en el 0,992 por ciento.

Parece poco, pero de los cinco días cotizados, en tres de ellos ha marcado cifras por debajo del cierre de julio, siendo el 2 de agosto en el que alcanzó su nivel más bajo de los últimos 15 días (el 0,926 por ciento).

De continuar así, el euríbor cerraría por primera vez con caídas y pondría fin a una racha de seis alzas consecutivas. Aunque apenas supondría un alivio para los hipotecados que tuvieran que revisar sus créditos hipotecarios con el euríbor de agosto.

Esto se debe a que hace un año el euríbor se situó en el 0,498 por ciento.

No obstante, a pesar de la subida del euríbor de julio, desde iAhorro constataron que ya el índice estaba registrando cierta moderación.

“Pese a que la subida interanual del euríbor es la más alta registrada hasta ahora, de casi 1,5 puntos, este indicador ha dado leves muestras de moderación en su crecimiento a lo largo de este mes”, añaden desde el comparador.

Se disparó con la subida de tipos del BCE

El euríbor llegó a situarse en el 1,2 por ciento al día siguiente de la reunión del Banco Central Europeo (BCE).

El organismo había decidido subir los tipos de interés 50 puntos básicos como medida para intentar contener la inflación de la eurozona. 

Con el anuncio de esta medida el 21 de julio por parte de la presidenta del organismo europeo, Christine Lagarde, el director de hipotecas de iAhorro, Simone Colombelli, se mostraba sorprendido.

 “Esperábamos una subida de tipos por parte del BCE, pero esperábamos que fuera del 0,25 por ciento, no del 0,5 por ciento como ha sido finalmente”.

Esto hizo que el euríbor repuntara con fuerza. Pero ahora, pasada la euforia inicial, le ha dado tiempo a recapacitar sobre los efectos de la política monetaria del organismo europeo.

Miedo a la recesión

Y es que el mercado descuenta que el BCE subirá otro medio punto los tipos de interés en septiembre y un cuarto de punto hasta diciembre. De modo, que el precio del dinero acabaría en la eurozona en el 1,75 por ciento.

Esto con el objetivo de controlar la inflación.

El problema es que el propio mercado también prevé que esta medida meterá en recesión a la economía y que los bancos centrales deberán desandar en 2023 el camino de subida de tipos, aunque solo en parte.

Así, el BCE podría bajar los tipos de interés en mayo de 2023, una vez que se moderara la inflación en un cuarto de punto, para colocar el precio del dinero alrededor del 2 por ciento.

Este mismo viaje lo llevaría a cabo la Reserva Federal. En ese sentido, el banco central estadounidense pasaría de un rango de entre el 3,75-3,50 por ciento a finales de 2022 a alrededor del 2,75 por ciento a finales de 2023.

Los nuevos hipotecados, los más afectados

Este comportamiento del euríbor va a afectar a los españoles que quieran pedir una hipoteca nueva, sobre todo si la quieren a tipo fijo.

“Las entidades van a subir en la misma medida los tipos de interés de sus ofertas y seguramente este efecto se note de forma inmediata”, declara el portavoz del comparador hipotecario.

No obstante, la subida de los tipos de interés de los préstamos seguramente sea la medida más aplicada por la mayoría de los bancos.

“Podría haber entidades que cambien un poco su política de actuación, sin ser tan agresivos en subidas de precios, y lo compensen, por ejemplo, con la ‘imposición’ de más vinculaciones”, matiza el portavoz del comparador y asesor hipotecario.

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