El Gran Duque de Alba viste nuevo traje

El histórico brandy Gran Duque de Alba presenta su nuevo diseño, una apuesta moderna y elegante para un clásico de Jerez

Creado en 1945, fue el séptimo Duque de Alba, Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, quien impulsó el lanzamiento del brandy, que inicialmente llevaría su nombre. Sin embargo, cuentan que al degustar el producto, el aristócrata quedó tan impresionado que decidió renombrarlo en homenaje a Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, el Gran Duque de Alba

En aquel momento se ideó una etiqueta inspirada en el retrato que Tiziano pintó del duque, que vestía una botella que ha experimentado diferentes actualizaciones y versiones de su packaging.

Como la que ahora lo viste de modernidad sin perder ni un ápice de la elegancia asociada a este clásico, uno de los brandys más emblemáticos de Jerez. 

Enfoque contemporáneo  

Williams & Humbert actualiza así la imagen de su emblemático brandy Solera Gran Reserva apostando por un enfoque más contemporáneo al tiempo que conserva los orígenes de un diseño cuya creatividad es parte del legado de la compañía jerezana. 

Los cambios incluyen la renovación iconográfica de la botella, elaborada en cristal de alta calidad, y en la que destacan unas aristas en la base que le confieren gran personalidad.

El cierre con tapón de corcho mantiene su tradicional color rojo intenso e, incluso, cobra más protagonismo por su tamaño, su forma y el grabado del escudo de la Casa de Alba. 

La etiqueta por su parte se vuelve transparente, con el nombre de la marca impreso en una tipografía que recupera la original y que aparece junto a la firma del propio Gran Duque de Alba.

En un gesto de modernidad y sofisticación, la botella prescinde del lacre pero no así de su característica cinta roja. 

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Con este restyling, Williams & Hubert evoluciona una de sus marcas más reconocidas y prestigiosas, reafirmando su apuesta por el mercado del brandy de Jerez, tanto a nivel nacional como internacional. 

Como apunta el director de la firma, Jesús Medina, “el nuevo formato le aporta una distinción especial, posicionándolo en una línea más moderna con el objetivo de cautivar a otros públicos y adaptarse a las actuales tendencias de consumo en el sector de los espirituosos”.  

75 años de tradición 

La renovación del diseño realza los valores y personalidad de una marca con más de 75 años en el mercado y sigue reflejando tanto su calidad como su cuidada elaboración artesanal, fruto de los años de experiencia de una bodega centenario. 

En su interior la misma excelencia de un brandy premiado internacionalmente, para cuya elaboración se seleccionan específicamente las uvas, siempre de parcelas escogidas, y se emplea un cuidadoso método de destilación. 

Después Gran Duque de Alba envejece durante una media de 15 años en barricas de roble americano que previamente contuvieron oloroso, según el sistema de Soleras y Criaderas del Marco de Jerez. 

El resultado es un brandy de color caoba con tonos dorados, complejo en aromas a ‘esteres vinosos’ con matices balsámicos que denotan su larga permanencia en madera. En boca es suave y pleno, con notas tostadas y avainilladas, y de final largo y grato. 

Por Mar Nuevo

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