La compensación de carbono, reducir los residuos o hacer uso más eficiente de la energía son algunos de los requisitos impuesto por reguladores y gobiernos cada vez en mayor medida
Desde 2015 Rabat ha invertido 8.000 millones de dólares para convertir la región del Sáhara en un polo económico “de primer orden” como puente entre el África-subsahariana y Europa