Tres medidas para reducir el gasto del coche y ahorrar dinero cada año
Entre 2.000 y 3.000 euros al año es el coste típico de tener un coche en propiedad. Esto es sin[…]
Entre 2.000 y 3.000 euros al año es el coste típico de tener un coche en propiedad. Esto es sin contar ni el coste de adquisición del vehículo ni la financiación —si la hay— y considerando solo los costes asociados directamente al vehículo: seguro, combustible, mantenimiento, impuesto de circulación, peajes, ITV, aparcamiento…
Estos costes se dividen entre aquellos costes que son inamovibles —como el impuesto de circulación o la ITV— y aquellos que se pueden reducir tanto como para suponer, a lo largo de la vida del vehículo, un ahorro considerable.
Entre estos últimos se incluyen el coste de mantenimiento, el gasto en combustible y precio del seguro del coche:
Mantenimiento
La libre elección de taller permite realizar el mantenimiento del vehículo en talleres no-oficiales, ajenos a la red de concesionarios y talleres de la marca.
En muchos casos optar por talleres generalistas supone ahorror tanto en las reparaciones imprevistas como en la factura anual del taller, sin renunciar al plan de mantenimiento de la marca y sin perder la garantía.
Combustible
Practicar una conducción eficiente permite ahorrar combustible y reducir el desgaste de elementos como embrague, frenos o neumáticos. Acelerar con suavidad y evitar la frenadas bruscas, anticipar las maniobras y los cambios de marcha o evitar circular a velocidad elevada son técnicas de conducción eficiente que reducen de forma significativa el consumo de combustible.
También se puede reducir el coste de propiedad de un coche reservando su uso a ocasiones en las que no existen alternativas evidentes.
Por ejemplo, circular en ciudad supone un mayor consumo y desgaste del vehículo, y además hay que pagar por aparcar en parkings o en la calle. Sin embargo las ciudades ofrecen numerosas alternativas para la movilidad: transporte público, zonas peatonales y carriles bici, servicios de movilidad y micromovilidad... aprovechar estas alternativas para reducir el uso del vehículo tiene ventajas económicas, y también beneficios sociales y medioambientales.
El seguro del coche
El seguro del coche es uno de los costes fijos anuales más abultados, por lo que otra forma de ahorra es haciendo el cálculo del seguro del coche al menos una vez al año, para comprobar que no se está pagando de más.
Hay que tener en cuenta que cada año que transcurre —en especial si no se dan partes— favorece variables como los años de carnet o la edad del conductor o del tomador del seguro. Dos datos que afectan directamente al precio del seguro del coche.
Hacer el cálculo del seguro del coche también permite actualizar datos como el kilometraje anual —por ejemplo, si se reduce su uso en favor de alternativas como el ‘carsharing’ o la bicicleta— o si el vehículo duerme en garaje.
Además hay seguros que se ajustan mejor que otros a las circunstancias individuales de cada uno, que también cambian a lo largo del tiempo: optar por un seguro que tenga en cuenta a quienes recorren solo unos pocos miles de kilómetros al año, o por juntar el coche y la moto en una misma póliza son un par de ejemplos que permiten ahorrar cada año en el precio del seguro del coche.