A la banca europea se le ve el plumero
¿Y si echamos una ojeada a los bancos europeos? Durante muchos meses les ha venido muy bien a los responsables financieros europeos cargar las tintas sobre los riesgos y la situación de la banca española, y muy especialmente en los últimos días, de nuestras cajas de ahorros con la inestimable ayuda siempre de las empresas de rating. Pero eso no serviría para ocultar por mucho tiempo sus propias necesidades.
De repente, una serie de bancos europeos están anunciado ampliaciones de capital desbordando, sin duda, las posibilidades de unos mercados a los que se está exigiendo y se exigirá todavía mucho más en los próximos meses.
Esta voracidad por hacerse con liquidez tiene mucho que ver, naturalmente, con las pruebas de stress a las que deben someterse en breve y que se harán publicas en el mes de junio. Necesitan llegar a esos tests con los deberes cumplidos o,al menos, con el compromiso de que pueden cumplirlo a corto plazo. La cuestión ahora es si el dinero que están pidiendo a los mercados es todo el que necesitan o es solo una parte para cubrir el expediente.
Puestos a desconfiar y pese a la benevolencia con la que los mercados bursátiles han tratado el anuncio de estas ampliaciones, yo me fío menos del Intesa San Paolo o el Deutsche Bank que de los datos de la CAM. Sinceramente, en estos momentos esos bancos no tienen encima un regulador tan sensible como el Banco de España, porque de su evolución no depende tanto la economía del país, como es el caso de España.
Y a esta situación de la banca europea, siempre remisa a las pruebas de stress, habría que añadir la situación de los grandes bancos norteamericanos. The Wall Street Journal publicaba esta misma semana que ningún analista podía confirmar que los datos aportados por las grandes entidades financieras de Estados Unidos fueran correctos y reflejaran su verdadera situación.
Por el bien de todos mejor será que se imponga la transparencia y la buena gestión porque, de lo contrario, tendríamos que apuntarnos a la tesis de que una nueva y gran crisis se estaría gestando con el colapso de las grandes entidades financieras.