Así es la subida de impuestos que cocina el Gobierno
Montero planea aprobar la reforma fiscal en 2023, en plena recuperación económica, el peor momento para subir los tributos a juicio de los expertos
La reforma fiscal prometida por el Gobierno está cada vez más cerca. En 2022 se aprobarán nuevas subidas de impuestos que entrarán en vigor en 2023, según ha anunciado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y cuyo objetivo es aumentar la recaudación y rellenar las maltrechas arcas del Estado vaciadas por las dos últimas crisis económicas.
España afronta una deuda pública del 117% del Producto Interior Bruto, la mayor en más de cien años, y un déficit que ronda el 8% del PIB.
En este escenario, el Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene dos opciones: reducir gastos, que parece no estar por la labor, o subir impuestos, que es el salvavidas al que se agarra la ministra de Hacienda argumentando que la presión fiscal en España es inferior a la media europea entre 7 y 8 puntos del PIB y que el FMI ha recomendado subir los impuestos que gravan la riqueza.
Y en ellos ha puesto el foco el Gobierno, concretamente en el de Sucesiones y Donaciones y en el de Patrimonio, cuyas subidas espera aprobar en enero de 2022, cuando empiece a remontar nuestra economía, por lo que, según los expertos en fiscalidad, "es el peor momento para subir estos impuestos".
Así lo ha manifestado Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos, para quien en una época de recesión como en la que estamos, no parece que la prioridad de la política española sea subir impuestos, sino crear un “sistema fiscal competitivo”.
17 expertos
Para diseñar la reforma fiscal se ha constituido un comité formado por 17 expertos que tienen algo menos de un año, hasta el 28 de febrero de 2022, paran presentar sus conclusiones.
La idea, según Montero, es que el comité vaya anticipando recomendaciones sobre las figuras fiscales para que el Gobierno las pueda incluir en los Presupuestos Generales del Estado de 2022.
Sobre todo, las relacionadas con los impuestos que gravan la riqueza. Con ellas, el Gobierno pretende evitar que las autonomías dejen "vacíos de contenido" algunos impuestos como el de Sucesiones y Donaciones y el de Patrimonio, como ocurre en Madrid, que tiene bonificados estos impuestos hasta el 99%.
Sociedades
La ministra de Hacienda también considera considera "prioritaria" la reforma del impuesto de Sociedades y "va a ser uno de los más importantes en este primer momento de la reforma fiscal".
Por ello, apoya la imposición de un tipo mínimo a nivel mundial en el impuesto sobre Sociedades que se está debatiendo en el seno de la OCDE y a la que se ha sumado el Gobierno de los Estados Unidos.
Montero ha mostrado su deseo de que se apruebe lo antes posible para ir "todos a una", pero reconoció que lograr un acuerdo a nivel internacional va a llevar tiempo porque hay países que se resisten a él, por lo que, hasta entonces, "nosotros adoptaremos medidas a nivel nacional", señaló, como ha hecho con la aprobación de la tasa Google.
Aunque por ahora se desconoce cuál será la subida de este impuesto, el programa de coalición de Gobierno firmado entre Unidas Podemos y el Partido Socialista establecía "una tributación mínima del 15% para las grandes corporaciones, que se ampliaría hasta el 18% para las entidades financieras y empresas de hidrocarburos”.
Hacienda recaudó el año pasado con el impuesto de Sociedades 17.629 millones de euros, un 22% menos que el año anterior.
Elecciones vs impuestos
Los 17 expertos que componen la comisión presidida por Jesús Ruiz-Huertas, catedrático emérito de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos, presentarán dentro de diez meses el Libro Blanco de la Reforma Tributaria para, según su objetivo, mejorar la eficacia del sistema fiscal y adecuarlo a la situación económica originada tras la pandemia.
Pero sus recomendaciones no son vinculantes, por lo que el Gobierno podrá seguirlas o no. Según los expertos, hay que tener en cuenta que la subida de impuestos entraría en vigor en 2023, año en que está previsto que se celebren elecciones generales y, en estos casos, un aumento de los tributos no es el mejor imán para atraer votos.