Bancos y cajas: mucho suelo y mucho matorral
Se confirmaron las previsiones: los bancos y las cajas españolas tenían más activos inmobiliarios y de peor calidad de lo[…]
Se confirmaron las previsiones: los bancos y las cajas españolas tenían más activos inmobiliarios y de peor calidad de lo que decían. Presentados ya los resultados de la mayoría de las entidades financieras, sólo cabe decir que fue acertada y oportuna la decisión del Banco de España de obligar a bancos y cajas a que complementaran la información con el detalle del riesgo inmobiliario de su cartera. A algunos les pareció excesiva tal exigencia y otros señalaron que nada nuevo vendría a aportar.
Ha facilitado una valiosa información que nos permite ahora tener una fotografía, probablemente todavía con algún desenfoque, pero mucho más fiel de la realidad. Justo es decir también que no todas las entidades han facilitado la misma información. Algunas han resuelto el trance con un par de cuadros, mientras que otras han dado amplio detalle. Naturalmente, aquellas que más suelo tienen son las que facilitan peor información.
La realidad es que bancos y cajas tienen una gran cantidad de activos inmobiliarios y no de buena calidad media, procedentes en su gran mayoría de financiaciones destinadas a empresas de construcción y promoción inmobiliaria. Ha sorprendido, especialmente, la gran cantidad de suelo, lo que ahora tiene menos valor en líneas generales dentro de los activos inmobiliarios, que poseen. El Banco Popular reconoce que el 34 por ciento de su cartera inmobiliaria es suelo y no da detalle de sus características. Banesto supera también el 30 por ciento y Bankinter el 29 por ciento. El Santander reconoce un 21 por ciento y es el banco que detalla más la singularidad de esos activos distinguiendo entre "urbanizable", "urbanizado" y "resto". BBVA dice tener entre sus activos inmobiliarios un 26 por ciento de suelo y destaca que el 65 por ciento es "urbanizado".
"Mucho matorral, mucho matorral", señalaba un experto analizando la cartera inmobiliaria de los bancos y subrayando que una parte importante eran solares lejos de las vías de comunicación y de cualquier mínima infraestructura.
Ante esa cartera y teniendo en cuenta que durante este año se van a producir muchos vencimientos de créditos, lo que supondrá la entrada de más viviendas y suelo a los bancos, no es descabellado pensar que se acerca el momento en el que decidan poner a la venta una buena parte de los activos inmobiliarios.