Cataluña: La alarma general por la fuga de empresas golpea a pymes y ahorradores
La incertidumbre ante una posible declaración de independencia se propagó este lunes por la economía de Cataluña hasta las pequeñas[…]
La incertidumbre ante una posible declaración de independencia se propagó este lunes por la economía de Cataluña hasta las pequeñas empresas y los ahorradores luego de haber empujado a bancos y grandes firmas a hacer las maletas.
Después que Caixabank -tercer banco de España-, Banco Sabadell -quinto- o la empresa de hidrocarburos Gas Natural trasladaran sus sedes sociales fuera de Cataluña la semana pasada, la fuga continuó este lunes con anuncios similares del gestor de autopistas Abertis, su filial de telecomunicaciones Cellnex y la inmobiliaria Colonial.
Pero la víspera de una sesión en el Parlamento regional donde podría declararse una independencia unilateral, la onda expansiva de la inquietud alcanzaba a firmas pequeñas. "Nos llamó un cliente que estaba interesado en nuestra gestión, pero al decir que estábamos en Barcelona, eso fue un problema", señala María Hinojosa, empleada de una consultora financiera en la avenida Diagonal, una de las principales zonas de negocios en la capital catalana.
"Claro que afecta, hay una merma de ganas para comprar un piso, la gente ahora se lo piensa antes de invertir, por lo menos quiere esperar a ver qué pasa", dijo de su lado Pedro Gómez, mientras fumaba en la puerta de su inmobiliaria.
Con la salida de los bancos, el desasosiego cundía también entre los ahorradores. "Hemos estado con unos nervios, tenemos nuestro dinero en CaixaBank, dos veces hemos llamado, porque dices: ¡Tus ahorros!", dice Mercedes Cortinas, una ama de casa de 51 años en Barcelona.
Con el recuerdo fresco del Banco Popular, adquirido en junio cuando estaba al borde de la quiebra, algunos clientes de las entidades catalanas "ya han movido su dinero", explicó Juan Fernando Robles, economista de la Universidad a Distancia de Madrid.
"Ha habido dos movimientos, unos clientes han movido su dinero desde Cataluña a otras sucursales del mismo banco fuera de la región" y otros "han llevado los ahorros a terceras entidades", dice Fernando Robles.
"Es parte del conflicto político, el efecto sicológico que esto puede tener para la población", estimó de su lado Xavier Cuadras, profesor de Economía en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
De todas maneras, no todas las personas se muestran nerviosas. "No creo que vaya a pasar algo, mañana (martes) puede que esto se acabe", dice Ana Delgado, empleada de un empresa de mensajería de 39 años, en referencia a que una proclamación unilateral de independencia podría ser respondida por Madrid con una suspensión de la autonomía regional.
La principal patronal catalana, Foment del Treball, advirtió el lunes en un comunicado que "numerosos clientes de fondos de ahorro y de inversión trasladan sus cuentas fuera de Cataluña". La vía independentista lleva a Cataluña "hacia el descrédito nacional e internacional y quién sabe si hacia la insolvencia económica".
El poderoso lobby económico catalán Círculo de Economía ya había pedido el fin de semana al presidente catalán, Carles Puigdemont, deponer sus planes independentistas, según un fuente de la entidad.
Más presión sobre Puigdemont
Aumentando la presión sobre Puigdemont, el gestor de autopistas Abertis anunció el traslado de su domicilio social a Madrid "debido a la inseguridad jurídica" por la crisis en Cataluña. Y lo mismo hicieron Colonial y Cellnex.
Así, no queda más que una empresa con sede en la región en el índice principal de la Bolsa de Madrid, el Ibex-35, el laboratorio farmacéutico Grifols, especializado en productos hemoderivados.
"Las empresas piensan: 'si de repente nos encontramos en un territorio que no pertenece a la zona euro, la seguridad jurídica dejaría de estar garantizada y la fiscalidad sería una interrogante, así que nos vamos'", resumió Jesús Castillo, economista para el sur de Europa en Natixis.
Esto en una región que, recordó Castillo, representa "cerca del 20% de la economía española en términos de PIB, un 22% de su industria, 25% de sus exportaciones y 40% de sus grandes empresas de más de 200 empleados".
"Lo ocurrido la última semana, debería inyectar realidad al gobierno catalán: que se vayan las grandes empresas puede ser catastrófico para los ingresos fiscales de Cataluña", señaló Eric Dor, de la escuela de gerencia IESEG en París.