China crecerá por encima de su propio objetivo
Los objetivos económicos fijados por China resultan moderados en comparación con las previsiones de los analistas
La economía de China consolidará en 2021 su recuperación tras la pandemia de Covid con un crecimiento por encima incluso de sus propios objetivos económicos.
Hace unos días el Ejecutivo chino anunció en la convención anual de la Asamblea Nacional Popular un objetivo de crecimiento de más del 6%; un porcentaje moderado para lo que los analistas esperan del gigante asiático a lo largo del ejercicio.
La revisión de la OCDE conocida este martes fija el crecimiento de China en el 7,8%, pero el Gobierno del país recupera unos objetivos similares a los que contemplaba en 2019, cuando fijó un rango de entre el 6% y el 6,5%.
Para el nuevo ejercicio sus previsiones, sin embargo, se quedan algo cortas.
Objetivos moderados
“Los objetivos no contienen grandes sorpresas, pero tienen una inclinación ligeramente más moderada de lo que se esperaba”, apunta Sophie Altermatt, economista del banco suizo Julius Baer, que espera un crecimiento del 8,9% para este año.
China suspendió en 2020 la publicación de sus objetivos económicos debido a la incertidumbre que generaba la pandemia en los mercados.
Pese a que las previsiones son menores de lo esperado, el anuncio de China se recibe de forma positiva.
“Indica que el crecimiento sigue siendo importante para las autoridades”, explica Altermatt, “pero muestra bastante flexibilidad, ya que son muy conscientes de que el crecimiento ciertamente superará el 6% debido a la baja base del año pasado”.
Junto al crecimiento de su economía, China anunció un objetivo de inflación del 3%, por debajo de la meta del 2% que establecen los Estados Unidos, y la creación de 11 millones de puestos de trabajos.
De nuevo, la estimación vuelve a ser más moderada que las previsiones, sobre todo, si se tiene en cuenta que China creó casi 12 millones de puestos de trabajo en 2020 pese al efecto de la pandemia.
Políticas fiscales sin cambios
En materia de política fiscal no hubo sorpresas, ya que el Banco Popular chino mantendrá sin variaciones la tasa de cambio del yuan.
“Las autoridades reiteraron su compromiso de no dar un giro brusco a sus políticas”, explica Sophie Altermatt.
En este sentido, desde Julius Baer mantienen su visión neutral en torno a la divisa nacional china.
“El yuan ha cedido ante el reciente repunte del dólar, junto con otras monedas de mercados emergentes”, explica Altermatt.
La economía espera sin embargo “cierto potencial de apreciación” al estar el yuan respaldado por el crecimiento de la economía china y una mayor debilidad del dólar a medida que se recupere la recuperación a nivel global.
El riesgo para la divisa, por el contrario, estaría en un aumento de las tasas de interés en los Estados Unidos, ya que provocaría una caída de la prima de rendimiento.
Algo que, sin embargo, parece que aún tardará. El presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, descartó en su comparecencia de la semana pasada una subida de tipos a corto plazo y apuntó hacia “finales de 2022” para acometer la medida tras la bajada activada en 2020 por la pandemia.