Colapso en el mercado del petróleo
El recorte de 10 millones de barriles diarios que se está barajando puede que no sea suficiente
Desde el área de esquisto bituminoso de Texas y las arenas petrolíferas de Canadá hasta las llanuras de Siberia, es probable que la producción de al menos uno de cada 10 barriles en todo el mundo se paralice debido a que la pandemia de coronavirus ha hundido la demanda.
Cada espacio que se pueda utilizar, desde tanques y tuberías hasta vagones de ferrocarril, están a tope de capacidad. Este es uno de los motivos principales por los que se ha aumentado la presión para que la OPEP recorte la producción en su próxima reunión.
Incluso la cifra de 10 millones de barriles diarios de la que se habla puede no ser suficiente.
La espectacular caida de la demanda sigue asombrando al sector petrolero. Cerrada la actividad en los principales sectores de la economía mundial para hacer frente a la pandemia, sin tener idea de cuánto tiempo durará, algunos expertos estiman una caída sin precedentes de 35 millones de barriles diarios en el uso del petróleo.
Incluso si la OPEP y otros productores acuerdan un recorte de producción de 10 millones de barriles diarios, lo que supone una gigantesca empresa, es posible que todavía se acumulen 15 millones de existencias por día.
Esta vez afecta a todos
Cuando el petróleo se derrumbó por última vez hace cinco años, fueron los productores de esquisto de Estados Unidos quienes sufrieron el impacto inmediato debido a su extrema sensibilidad a las fluctuaciones de los precios. Esta vez todos comparten el mismo dolor.
Alrededor de 7 millones de barriles de producción diaria que se enviarán el próximo mes por parte de un grupo de exportadores están "sin hogar", "literalmente no tienen a dónde ir", estima el consultor JBC Energy GmbH.
IHS Markit espera que se recorten hasta 10 millones de barriles por día de producción desde abril a junio a medida que ceda la capacidad de almacenamiento. En Canadá, Athabasca Oil Corp. ha suspendido algunas operaciones de arenas bituminosas y Suncor Energy Inc. dijo el mes pasado que suspenderá parte de su actividad en algunos de sus campos.
La brasileña Petrobras está reduciendo la producción en 200.000 barriles diarios. Ecuador, dijo Citigroup, "no puede vender su crudo en ninguna parte a nadie".
Vulnerabilidad rusa
Rusia, a pesar de haber ayudado a iniciar la guerra mundial de precios, es uno de los países que más puede sufrir sus consecuencias. El país tiene complicado vender alrededor de un millón de barriles diarios de su producción, según Ed Morse, jefe de investigación de productos en Citi.
Vecinos como Kazajstán y Azerbaiyán, enfrentan "graves problemas de consumo", dijo David Wech, analista de JBC Energy en Viena.
Si bien la logística es crítica, el colapso del petróleo simplemente está haciendo que la producción no sea rentable. A un precio de 25 dólares por barril de crudo, alrededor del 5% de la producción mundial está perdiendo dinero.
Un ganador
En medio de este desastre, todavía puede haber un ganador. Arabia Saudí, el principal arquitecto de la contundente guerra de precios, puede bombear crudo desde sus vastos campos a menos de 10 dólares por barril. También tiene acceso a abundante almacenamiento en todo el mundo, desde Egipto hasta Japón.
Riad está inundando el mercado con crudo ya que amenaza con bombear a niveles récord, contribuyendo a la caída del petróleo y obligando a los productores a considerar un acuerdo de producción.
Arabia Saudí ha convocado una reunión de urgencia de la OPEP para el lunes, aunque es posible que se retrase unos días. La reunión está abierta a productores de todo el mundo, incluidos los Estados Unidos.
Pero no hay garantías de que se pueda llegar a un acuerdo. E incluso si se acuerdan los 10 millones de barriles que se barajan actualmente al día de recortes, en última instancia sería insuficiente ante un exceso tan enorme.