Corea jubila al capitalismo... en 'cash'

No es la primera economía que intenta acabar con el uso del efectivo entre sus ciudadanos. Pero sí es pionera[…]

No es la primera economía que intenta acabar con el uso del efectivo entre sus ciudadanos. Pero sí es pionera en intentarlo con un método llamativo que, si triunfa, le servirá al Banco de Corea del Sur para popularizar los pagos electrónicos. La autoridad monetaria del país capitalista que hace frontera con el Estado más cerrado del mundo -el Corea del Norte comunista- ha puesto en marcha un programa por el que los pequeños comercios podrán devolver el cambio de las compras de sus clientes directamente a unas tarjetas de prepago.

La iniciativa dista de las desarrolladas en otros lugares. Por ejemplo, Dinamarca es el precursor del fin del 'cash', pero no les ha hecho falta ingeniárselas demasiado, porque prácticamente todos sus habitantes disponen de una tarjeta. Pero en Corea del Sur la realidad es diferente: la mitad de sus ciudadanos reconocen que no usan el efectivo. Pero es que no lo hacen incluso cuando lo reciben como cambio en algún establecimiento: lo detestan.

El valor de su divisa explica esta realidad. Porque moverse en Corea del Sur con monedas resulta engorroso, como reconocen sus propios ciudadanos, encuestados por su autoridad monetaria: dos tercios de la población alegan esa causa para justificar su odio al dinero en 'cash'.

La moneda del país -el won- apenas vale dinero. Su estado actual es tan paupérrimo que 10 won se cambian por menos de un centavo de dólar -menos incluso de un céntimo de euro, al cambio actual-. La pieza de mayor valor que corre entre los bolsillos y monederos de los surcoreanos -la de 500 won- se cambia por 44 centavos -lo que vendría a ser nuestra moneda de 40 céntimos, aproximadamente-. Con esa realidad monetaria, se hace harto difícil que sus propietarios quieran llevar repletos sus bolsillos de decenas de monedas para solo poder pagar un artículo de dos o tres euros.

Si el proyecto consigue el apoyo necesario para popularizarlo, las autoridades ya se plantean extenderlo entre 21018 y 2020 con otras fórmulas aún más sofisticadas. Podrían llegar a instar a los comerciantes a que depositen el cambio sobrante de las compras de sus clientes en sus propias cuentas bancarias o incluso en las tarjetas de transporte, que también son recargables.

Y todo por dejar de fabricar millones de piezas que resultan un lastre para el día a día de cualquier ciudadano. Solo en 2016, Corea del Sur gastó más de 53.000 millones de won -serían unos 43 millones de euros- en generar esa cantidad ingente de monedas.

Más control

Por ahora, el denominado 'Plan para una sociedad sin monedas' del banco central ya se encuentra en marcha. Pero ningún economista ignora que lo que el Gobierno de Corea conseguirá indirectamente será un mayor control de la economía sumergida del país. Con todas las transacciones registradas electrónicamente, a las autoridades fiscales no se les escaparía ni un solo movimiento de sus contribuyentes. España también inició su desmonetización rebajando a 2.500 el importe máximo a pagar en efectivo en una compra. Pero fue solo un primer paso que está lejos de alcanzar una sociedad sin efectivo.

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