Datos macro, resultados y el Brexit marcarán el devenir de las próximas semanas
Tras las decepciones de finales de 2018, los tres primeros trimestres del año 2019 han generado buenas ganancias para los[…]
Tras las decepciones de finales de 2018, los tres primeros trimestres del año 2019 han generado buenas ganancias para los inversores de casi todas las clases de activos. Las perspectivas de nuevos estímulos a la economía por parte de los bancos centrales son principalmente lo que ha alentado a los mercados de renta variable y de renta fija. No obstante, desde mediados de este año, se observa una división cada vez mayor del panorama de las ganancias: o bien las clases de activos de riesgo y, por ende, más volátiles, como las acciones, los bonos de alto rendimiento o los metales industriales, generan rendimientos positivos, o bien lo hace el grupo de clases de activos considerados más seguros o defensivos, tales como la deuda pública, la deuda corporativa de alta calificación o el oro. En pocas palabras: o disposición al riesgo, o aversión al riesgo: entorno «risk-on/risk-off» (RORO) en inglés.
Stefan Rondorf, Senior Investment Strategist, Global Economics & Strategy de Allianz, expone lo siguiente. "Después de que los mercados de capitales superaran no solo la crisis financiera mundial, sino también el punto álgido de la crisis de deuda de la zona euro hacia finales de 2013, la combinación de una sólida coyuntura y una política monetaria expansiva permitió una fase de rendimientos bastante paralelos de las clases de activos seguras y las de riesgo, en que la inundación de liquidez de los bancos centrales literalmente «levantó todos los barcos»; la excepción fue el año 2018, en que casi todas las clases de activos sufrieron pérdidas".
Este entorno ahora parece acercarse a su fin. Las dudas sobre la robustez del ciclo económico y la eficacia de las nuevas medidas de estímulo de política monetaria, así como la incertidumbre política, que sigue muy elevada, exigen que los inversores sean más conscientes de los riesgos. Las inquietudes sobre la economía se han visto precisamente confirmadas en la última semana por los flojos datos preliminares de los índices de gestores de compras de la zona euro para septiembre.
Claves de la próxima semana
Después de las reuniones de los bancos centrales y antes del inicio de la temporada de anuncios de beneficios a mediados de octubre, Rondorf asegura que la próxima semana la atención se centrará principalmente en los datos económicos. Como es habitual a finales de mes, se publicarán los índices de gestores de compras del sector manufacturero (martes) y los del sector de servicios (jueves) de una serie de países y regiones. Los datos preliminares apuntan, al menos en la zona euro, a una nueva desaceleración de la dinámica económica. Alemania incluso podría caer en el tercer trimestre en una recesión por ahora moderada, llamada «técnica», es decir, dos trimestres consecutivos de contracción del producto interior bruto. En Japón, además, el martes se espera la publicación de la encuesta Tankan del tercer trimestre. En Estados Unidos, el informe del mercado de empleo del viernes aportará algo más de claridad sobre cuánto apoyo monetario de la Reserva Federal hará falta todavía este año para mantener el rumbo del ciclo económico estadounidense. El miércoles, asimismo, se publica la estimación preliminar de la inflación de los precios al consumo de la zona euro en septiembre.
En el frente político, el Reino Unido podría estar en primer plano. Tras la decisión del Tribunal Supremo de que la suspensión del Parlamento decidida por el primer ministro Boris Johnson era ilegal, es de esperar que se reanuden a toda marcha los procesos políticos relativos al Brexit: el miércoles empieza el último mes antes de la fecha límite vigente del 31 de octubre. Una dimisión (forzada) de Boris Johnson entraría tanto dentro de los escenarios posibles como una nueva extensión de la fecha límite para el Brexit o unas nuevas elecciones en el cuarto trimestre,