Detectan una nueva variante del Covid-19 con origen en España
Los turistas que pasaron sus vacaciones en España fueron claves para la propagación por Europa, según un estudio de la Universidad de Basilea
Un equipo de científicos de la Universidad de Basilea alerta de una nueva variante de Covid-19 originada en España y que se propaga rápidamente por el resto de Europa desde el pasado verano.
La cepa, denominada 20A.EU1, se habría originado entre agricultores españoles y representa la mayoría de los nuevos casos registrados en la segunda ola que vive el continente, según informa Financial Times. Solo en Reino Unido, esta variante supone el 80% de los nuevos contagios.
Los investigadores suizos publican este jueves los primeros resultados de su estudio, realizado en colaboración con numerosas entidades europeas que monitorizan la pandemia de SARS-CoV-2.
El documento apunta a que la "diseminación de los turistas europeos" que pasaron sus vacaciones en España tuvo un papel fundamental en la tranmisión del coronavirus por Europa en el regreso de los viajeros a sus hogares.
Una crítica a las medidas de contención
"Parece claro que las medidas implementadas a menudo no fueron suficientes para detener la transmisión de las nuevas variantes registradas este verano", señala Emma Hodcroft, genetista de la Universidad de Basilea y responsable del estudio, en declaraciones al FT.
Asimismo, Hodcroft explica que no existen "evidencias" de que la propagación de la 20A.EU1 se deba "a una mutación que aumente la transmisión" o tenga "impacto" en el cuadro clínico de los pacientes.
Un 40% de los casos en España desde julio
La investigación detalla que se observó "por primera vez" la nueva variante el pasado junio. "Ha tenido prevalencias de más del 40% desde julio", detalla, lo que refleja el porcentaje de afectación entre la población española.
En otros países europeos, esta variante pasó de detectarse en porcentajes "muy bajos" a entre un 40% y un 70% en países como Suiza o Irlanda en el pasado septiembre.
Francia, Países Bajos, Noruega y Letonia serían otras regiones que tendrían un riesgo de prevalencia de esta variante frente al resto de sus pares comunitarios.