Deuda italiana: ¿Nos la jugamos y compramos?

El éxito en los mercados es de los valientes. Los que se atrevieron a comprar bonos italianos en los peores[…]

El éxito en los mercados es de los valientes. Los que se atrevieron a comprar bonos italianos en los peores momentos de esta semana, acumulan una interesante plusvalía, gracias a las compras realizadas por el Banco Central Europeo y, también, no hay que olvidarlo, al hecho de que Italia esté cumpliendo con el guión que le exigía el mercado: aprobación de las medidas de austeridad, dimisión de Silvio Berlusconi y nacimiento de un Gobierno técnico para seguir realizando las reformas necesarias sin estar pendiente de un electorado al que no rendirá cuentas nunca. Con un cirujano de hierro al frente del Ejecutivo, los riesgos políticos se reducen.

Quizá esta situación, con menos riesgo, fue la que animó a los inversores a acudir a la subasta de deuda a un año del pasado jueves: la demanda se incrementó de 1,5 veces a casi 2 veces la oferta desde la última emisión de este tipo, hace apenas un mes. También es verdad que la rentabilidad se disparó desde el 3% hasta el 6% y que había demandantes que pedían hasta un 8% de rentabilidad para comprar los bonos. Pero, para los inversores que quieran mantener esta posición hasta el vencimiento, constituía una oportunidad muy interesante: quienes acudieron a la subasta van a cobrar un cupón muy atractivo y, dentro de un año, recuperarán el principal. El riesgo es, aparentemente, cero: ¿Alguien cree que dejarán quebrar a Italia? ¡Su efecto sería como la caída de quince Lehman Brothers!

Aunque el inversor que compra deuda pública con la intención de mantenerla hasta su vencimiento, que suele ser muy conservador, debe estar preparado, como dice Borja Gómez, de Inverseguros, para ver volatilidad en los precios de los bonos, es decir, para entrar en minusvalías de vez en cuando. Porque, seguramente, habrá más momentos de tensión en el mercado como los que hemos visto en días pasados. "El riesgo político se ha reducido, pero no ha desaparecido: Italia, antes o después, se enfrentará a unas elecciones, que provocarán inestabilidad. Además, el año que viene tiene vencimientos por más de 300.000 y, entre hoy y marzo, de 180.000 millones, lo cual provocará tensiones", comenta Ignacio Victoriano, de Renta 4.

Con todo y con eso, Victoriano recomienda comprar precisamente en los momentos de tensión, sobre todo cuando se invierte la curva, es decir, cuando el mercado exige más rentabilidad por la deuda a corto plazo que por la deuda a largo. Esta semana, por ejemplo, ha surgido una oportunidad, según su opinión, en la deuda a tres años. Pero el interés de los bonos a dos y a cinco años ha llegado a superar el 7%. Con la intervención del Banco Central Europeo ha bajado al 5,5% y al 6,5%, respectivamente. Todavía niveles muy tensionados y, a la vez, aún muy atractivos.

La apuesta por la deuda italiana se basa en que, a la larga, se debe imponer la cordura: "Italia no tiene desajustes presupuestarios ni problemas de ingresos, sólo una mala herencia en forma de un gran volumen de deuda que podrá ir reduciendo con sus propios recursos, porque es capaz de generarlos", explica el analista de Renta 4.

La estrategia debe ser diferente en el caso de un inversor conservador y uno más agresivo. Para el primero, según Victoriano, lo mejor sería comprar duraciones cortas de la deuda y mantener a vencimiento. . Para el segundo, plazos largos, que es donde hay más volatilidad y más margen para ganar dinero comprando y vendiendo, es decir, especulando. Este último, bajo la premisa de que el Banco Central Europeo va a actuar reduciendo en encarecimiento del coste de la deuda. 

Pero hay visiones más pesimistas de la situación, como la de Borja Gómez, que cree que, aunque el mercado reciba señales positivas, como intervenciones puntuales del Banco Central Europeo, o reformas del nuevo Gobierno tecnocrático, lo que está pidiendo para tranquilizarse del todo es que el BCE lance un programa de monetización de deuda como el de la Reserva Federal algo sumamente improbable.

José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, no cree que haya llegado el momento de comprar deuda italiana. "Hemos asistido a un colapso del mercado de deuda en Italia, con muy pocas transacciones, lo que hace que, con poco que intervenga el Banco Central Europeo, se reduzcan rápido las primas de riesgo. Otra señal muy negativa es que se están cerrando las vías de financiación de la banca del país", explica Díez. "No creo que se cumplan las previsiones más apocalípticas, pero aún no pondría mi dinero en bonos italianos", concluye.

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