El ahorro acepta el reto del riesgo

Ahorradores e inversores vuelven a la actividad con las mismas dudas con las que iniciaron sus vacaciones. Las Bolsas se[…]

Ahorradores e inversores vuelven a la actividad con las mismas dudas con las que iniciaron sus vacaciones. Las Bolsas se han movido lateralmente, con una cierta tendencia a la baja en el caso del Ibex-35, los tipos se mantienen bajos con una rentabilidad media anual de los depósitos en el 0,9 por ciento. Sin embargo, el dinero nunca descansa y la conciencia de quienes lo poseen es más porosa a la realidad de lo que aparenta. Eso explica que la publicación de los últimos datos de las Cuentas Financieras del Banco de España aporten algunas variable que son interesantes resaltar y que muestran que el ahorro, incluso de los más conservadores, acepta el reto de un mayor riesgo.

En primer lugar, hay que destacar que a finales del mes de marzo (últimos datos facilitados) los hogares españoles alcanzaron un patrimonio financiero récord y ello pese a la crisis, la baja remuneración de los productos financieros tradicionales.... Y gracias a unas Bolsas que tuvieron un buen primer semestre. Ahí queda el dato, además, de cinco trimestres consecutivos de incremento del patrimonio financiero de las familias españolas.

El otro hecho relevante es la lenta pero segura retirada del dinero de los depósitos bancarios hacia los fondos de inversión en busca de una mayor rentabilidad. Se apuesta, principalmente, por fondos mixtos que incluyen algo de renta variable con cierto riesgo, pero mayores posibilidades de beneficio... o pérdida. Nunca tuvieron los hogares tanto dinero en participaciones de fondos de inversión como los reflejados en las estadísticas del Banco de España en marzo pasado, ni tampoco en seguros y fondos de pensiones, aunque esta creciente evolución viene de largo y ni siquiera logró cortar la crisis.

Finalmente hay que destacar el ritmo de desendeudamiento de los hogares españoles que se ha colocado en niveles desconocidos en los últimos diez años. Lo están haciendo bien los hogares y las empresas y, sin embargo, el sector público sigue sin embridar su deuda.

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