El BCE dará otra vuelta de tuerca a la inflación para tolerar niveles altos
El organismo revisará su estrategia para permitir una inflación rápida cuando vengan periodos de debilidad
La inflación era el Santo Grial del Banco Central Europeo (BCE). El objetivo del 2% fue buscado por todos sus presidentes, pero sin lograrlo a pesar de la cantidad de miles de millones que inyectaron al mercado.
La nueva presidenta del organismo, Christine Lagarde, anunció una revisión estratégica que quedó en suspenso con el estallido de la pandemia.
No obstante, ahora parece que es el momento. Y todo indica que Lagarde al frente del BCE adoptará la misma postura que la Reserva Federal: están dispuestos a tolerar temporalmente el crecimiento de los precios más rápido que su objetivo después de períodos de debilidad.
El BCE emprende la cruzada para reavivar la fe en su inflación. Todo parece que en un encuentro del organismo, se fijará un objetivo de inflación que sea más fácil de explicar que el actual "por debajo, pero cerca del 2%", y un estrategia para afrontarlo.
“Esta formulación era apropiada en un momento en que el BCE estaba buscando establecer credibilidad y una inflación demasiado alta era su principal preocupación. Pero en el entorno actual de menor inflación, las preocupaciones que enfrentamos son diferentes y esto debe reflejarse en nuestro objetivo de inflación", señaló la propia Largarde.
Grandes dificultades para lograrlo
- La inflación está por debajo del cero a pesar del gran estímulo para lograrlo.
- Al BCE se le acaban las herramientas para lograrlo: la facilidad de depósito está en el -0,5%.
- Se está construyendo un consenso de que la nueva estrategia debe apuntar a "inflación alrededor del 2%" y responder tanto cuando es demasiado alta como demasiado baja.
- Una de las formas en que los responsables políticos creen que pueden generar expectativas es dejar claro que el BCE permitirá una inflación más rápida en futuro.
Un enfoque que considera el 2% como un objetivo a medio plazo en lugar de que un techo puede lograr eso, porque la inflación superior al 2% no activaría automáticamente una política más estricta.
La estrategia actual es mantener tasas de interés bajas y estímulo hasta la meta de inflación.